Las movilizaciones del fin de semana, en todo el país, fue una chispa que, en el curso de los próximos días, podría prender y propagarse en el grueso de la población, para buscarle una solución a la crisis.
Esa es la respuesta que tiene Daniel Azuaje, sociólogo y analista político, cuando se le pregunta sobre las expectativas que existen en el momento tras los resultados dados por la convocatoria hecha por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por casi sesenta países como el auténtico jefe del Ejecutivo de Venezuela.
Sus apreciaciones, en síntesis, son las siguientes:
- No fue tanta gente como los convocantes esperaban y fue más de lo que lo oficialismo hubiera deseado. Creo que la oposición encendió una chispa, que probablemente en los próximos días agarre fuerza y se propague como un voraz incendio.
- Al mismo tiempo, el régimen organizó la contramarcha, pero su poder de convocatoria es pírrico y así quedó evidenciado nuevamente. No tiene relevancia.
- La población, mayoritariamente opositora, tiene cada día conflictos, manifestaciones y ejerce la protesta en todo el país. La dirigencia opositora debe comprender que debe conectarse con la población, ya que ha estado divorciada de ella en el sentido de lo que aquella está demandando y lo que los dirigentes ofrecen.
- El reto que tiene la dirigencia opositora es cohesionarse en una sola fuerza y en una sola propuesta de acción.
- Lo que ha ocurrido desde el 23 de enero hasta ahora en relación con la ruta trazada por Guaidó es que no hubo suficiente fuerza para imponerla. A mi parecer, el orden no era el adecuado, porque ha debido ser, primero, elecciones libres; luego, cese de la usurpación y, finalmente, gobierno de transición.
- En este momento va a haber un nuevo despertar de las manifestaciones. La población va a romper el silencio por diferentes motivos: el descontento por los malos servicios públicos que está cansando a la gente, la animación que ha originado lo ocurrido en Bolivia, el hecho de que mucha gente piensa que ha llegado el momento de salir del régimen y, en fin, por otras razones.