Un llamado al respeto y a obrar en paz durante la manifestación de este sábado 16 de noviembre, hizo la Conferencia Episcola Venezolana, al fijar posición, través de un comunicado dado a conocer a los medios de comunicación, a la vez que solicita a las autoridades el actuar en defensa de los venezolanos.
Estima que la protesta cívica y en paz en un derecho consagrado en la Constitución Nacional, indicando que de esta manera se expresa la inconformidad de la población, ante una situación de crisis que sigue golpeando la dignidad humana de los hombres y mujeres en Venezuela.
“Somos conscientes del cansancio y tantas veces de la desilusión del pueblo venezolano ante tales convocatorias en el pasado reciente, pero su voluntad es inquebrantable para que se de un cambio de rumbo. Por eso, participa y retoma un nuevo aire de esperanza porque sabe que la crisis se sigue agudizando: el hambre, la falta de medicinas, de servicios públicos, el empobrecimiento, el altísimo costo de la vida continúa en aumento, así como el elevado número de hermanos que emigran huyendo de la agobiante situación del país. Todo ello crea, junto con la desilusión y el desencanto, un resentimiento sumamente peligroso por sus posible consecuencias en el futuro”.
El Episcopado hace un llamado al respeto y a obrar en paz. Participar puede ser un preludio para un paso importante en la resolución de nuestros problemas. Es hora de tomar en cuenta al pueblo como verdadero sujeto social , capaz de resolver las dificultades que nos aquejan a todos y de aportar con su sabiduría popular las soluciones que apunten al bien común de todos, sin excepción.
“No podemos continuar ante posiciones de cerrazón, donde lo que importan son las posiciones particulares, el afán de poder por mantenerlo o conseguirlo, el mantenimiento de la corrupción y el olvido manifiesto por el pueblo. Es hora para quienes detentan el poder de abrir las posibilidades de un cambio político, requerido por la inmensa mayoría de la población
También lo es para quienes están del lado de la oposición pongan su mirada en las necesidades de un pueblo suficiente. Es hora para que las autoridades militares y policiales, de una vez por todas, honren su juramento de defender el pueblo y sus derechos. Lo es también para que todos los hombres y mujeres, cualquiera que sea su condición y responsabilidad, se animen a de solución que impide
la paz social en Venezuela.
La CEV reitera “el llamado a la paz y el respeto en todo momento: el apelo a la violencia es irracional y no es propio de quienes nos identificamos como hijos de Dios”.