La juventud venezolana ha estado en el ojo del huracán desde el fin de semana pasado luego de los fatídicos hechos ocurridos en el Parque del Este de Caracas a propósito de un concierto de trap llamado “Banderas Blancas” y en donde hubo un muerto y más de 50 heridos como consecuencia de una estampida de personas sin haber iniciado el concierto.
Comentarios a través de las redes sociales por los hechos ocurridos el sábado pasado en el Parte del Este de la ciudad capital, aseguraron que la descomposición social que reina en el país desde hace más de 15 años a raíz de la crisis originada por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ha despertado lo peor del venezolano. Asi mismo aseguraron la mayoría de los jóvenes venezolanos no miden las consecuencias de sus actos y que no tienen temor a lo que pueda ocurrir por sus actitudes ante la vida.
El equipo de Elimpulso.com logró registrar imagenes de esa juventud sin temor que a pesar de las consecuencias palpables que puedan tener sus acciones las realizan sin ningún tipo de titubeo.
El mural de Esteban Castillo ubicado en la Av. Ribereña cerca del distribuidor El Garabatal es utilizado como un parador turístico para observar el Valle del Turbio en todo su esplendor. En ese mirador ubicado en la parte más alta de la Ribereña fueron fotografiados un grupo de jóvenes charlando cómodamente en el peligro que representa los más de 10 metros de altura de esa obra del artista larense.
Los cuatro muchachos vestidos con el uniforme de liceo, estaban parados en el filo del mirador de El Garabatal. A las 4 de la tarde sus padres y sus profesores no sabían el peligro que corrían esos jovencitos que decidieron entablar una conversación en este sitio tan particular.
En el lugar quedó solo la estructura de un módulo policial que en ese momento hubiese sido de mucha ayuda para evitar que estos jóvenes, que no están cerca de cumplir su mayoría de edad, corrieran el peligro que representa pararse en el filo de una pendiente como la del mural de Esteban Castillo en la Av. Ribereña.