Ante los eventos políticos de Bolivia, la reacción del gobierno revolucionario venezolano, será protegerse, cuanto antes, de los puntos débiles que lucen evidentes en el fracaso de Evo Morales para sostenerse en el poder, asegura el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en un análisis sobre el impacto que el caso boliviano puede tener en nuestro país.
El conocido analista económico y político se refiere específicamente a tres aspectos que considera, como los más evidentes y fundamentales, como son:
1) El compromiso militar. Resulta obvio que si ese sector se desmarca del gobierno o incluso si se manifiesta neutral, en medio de una convulsión social que promueve la salida del gobierno, los riesgos de ruptura y salida del poder se agigantan, por lo que es vital para el gobierno controlar su relación militar como sea.
2) Para un gobierno autocrático, el momento electoral es una caja negra, siempre peligrosa, incluso cuando parece controlar todos los hilos del poder institucional. Si un líder no representa una contundente mayoría, burlar al pueblo en un “momentum” electoral siempre constituye un peligro de explosión social y de pérdida de equilibrios políticos, que pueden desembocar en una salida del poder, como el caso reciente de Evo o el emblemático de Fujimori en Perú. Aprendieron que mientras menos expuesto a elecciones esté un gobierno de esas características, menos riesgos corre y hará todo lo posible por evitarlas.
3) La capacidad represiva. El aprendizaje para los gobiernos duros es que no tienen vuelta atrás. Si no están dispuestos a todo para sostenerse en poder, suelen no sostenerlo.
Oposición: oportunidad y riesgo
Por su parte, estima que la oposición venezolana tiene frente una oportunidad de oro y un riesgo monumental. Aunque las condiciones de ambos países no son comparables, el éxito de la protesta popular y la acción social en Bolivia representa un símbolo de lucha y esperanza para la oposición venezolana.
En un momento en que la oposición se acerca a su convocatoria de calle el 16/11, necesita conectores y motivadores para superar la apatía que embarga a la sociedad, pese a su deseo de cambio.
Algo puede encontrar en la simbología boliviana, si la utiliza correctamente. Es su forma de llegar al tan necesario: “Si se puede” que re motive a la gente a participar para defender sus derechos ¿El riesgo? que el impacto motivador de Bolivia se difumine, el gobierno se apertreche y la convocatoria del 16 se quede en más de lo mismo, causando más decepción en la gente.