Director: Simon Curtis / Guion: Mark Bomback
Creo que en el fondo muchas personas desean cambiar el mundo y hacerlo más vivible. Usted lo percibe al leer los millones de mensajes en las redes, los desesperantes talleres de autoayuda, las técnicas espirituales que van desde una reingeniería del ser hasta usted ya sabe.
Pero cuando usted habla que vio una película que trata sobre un perro llamado Enzo, que narra todas las lecciones de vida que ha aprendido gracias a su dueño y familia, muchos de esos seres que quieren cambiar el mundo lo ven de reojo, hacen una mueca extraña y afloran una sonrisa irónica.
Esta historia cuenta como Enzo (el perro que lleva la voz de Kevin Costner) ha adquirido un gran entendimiento de lo que significa ser un humano, además propone que las técnicas necesarias en la pista de carreras, también podrían ser aplicadas para conducirse de manera exitosa por la vida.
No es una mala película, es un entretenimiento honesto y flexible, ideal para verla en familia y para todos aquellos que quieran conmoverse con la lealtad y devoción de este bello animal y su comprensión a las emociones humanas.
Y es precisamente sobre este particular donde Daniel Goleman en su libro inteligencia emocional nos habla que las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas son más proclives a ser efectivas en su vida, la empatía hacia la sensibilidad de lo que a otros le acontece es una de sus herramientas más demostrativas de que se posee esa inteligencia. Es decir, sentir sensibilidad al ver un film donde un perro habla y conmueve es un acto coherente con la idea de intentar cambiar el mundo o hacerlo más vivible.
Por otro lado, el neuropsicólogo Alvaro Bilbao autor del libro el cerebro del niño explicado, nos habla que “La empatía siempre entraña un acto de autoconciencia”,sugiere que “a la hora de educar, enseñar a nuestro hijo a escuchar su voz interior los puede ayudar a tomar conciencia de sus decisiones; y es así como durante toda la película Enzo nos habla desde su silencio (su voz interior) y narra todo lo que percibe a su alrededor y cuya historia no le falta ningún conflicto de los que pueda adivinar el espectador: el amor, nacimiento, sueños, mentira, dolor, muerte alegría.
Mi Amigo Enzo, basada en la novela “The Art of Racing in the Rain” de Garth Stein, nos da un enfoque un tanto distinto de lo que nuestra cotidianidad percibe en cada instante, posee una reseña de aprobación de 95% según el sitio web Metacritc la cual la califica como: un film sentimental.
Enzo ha visto un documental acerca de Mongolia, donde se cree que cuando un perro termina su vida como perro, su siguiente encarnación será como hombre. Enzo anhela reencarnarse como humano. Aprende constantemente de las acciones de los seres humanos con la esperanza de poder ayudar cuando lo necesiten, se la pasa filosofando y su única función es dar y recibir amor incondicional y compañía.
Y ¿no es precisamente estas acciones las que en el fondo se quiere tener para hacer un mundo mejor? Caemos entonces en el tema de las relaciones, en la cual la compasión se erige sobre la empatía que, a su vez, requiere prestar atención a los demás. Si estamos absortos en nosotros, no nos daremos cuenta de los demás y seguiremos nuestro camino indiferente a su sufrimiento. Es decir, antes de cambiar al mundo y querer hacerlo más vivible está el tránsito de sentirme, conocerme, y a su vez,sentir al prójimo y movilizarse para ayudarlo en lo que pueda dar para aliviar su carga.
Fritz Márquez
@fritzmarquez360