Tanto para el sociólogo Daniel Azuaje como para la sicóloga social Yorelis Acosta, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por más de cincuenta países como jefe del Ejecutivo Nacional, corre el riesgo de perder el poder de convocatoria el próximo 16 de este mes, cuando ha llamado a una masiva concurrencia de la oposición en la calle.
Azuaje, al ser entrevistado por Elimpulso.com, dijo que en este momento da la impresión de que no hay una alta motivación para una gigantesca movilización como las que se vieron después del 23 de enero de este año cuando surgió la figura de Guaidó.
Para las manifestaciones públicas existen dos estrategias: una, es aprovechar el momento para testimoniar un estado de ánimo colectivo difundido. Y la otra es utilizar la movilización como mecanismo para encender el ánimo de la gente.
Dado el hecho de que no hay una gran motivación es posible que ahora se trata de encender ese ánimo.
En este sentido, se están arriesgando a que no vaya mucha gente a la movilización convocada, pero dando muestras de acción que entusiasme a la gente para una nueva manifestación.
-¿No cree que el oficialismo tratará de impedir una movilización nacional?
-Si eso hacen eso, creo que cometerían un gran error. Porque ahí sí encienden chispa de lo que tratan de apagar.
Días de poco ánimo
Por su parte, la Dra. Yorelis Acosta manifestó que a fin de año no existe mucho ánimo para participar en manifestaciones de calle, sobre todo cuando tienen un carácter político. Y eso es explicable este año, porque ha sido uno de los más fuertes que ha tenido la crisis que abate al país.
A esto se suma que como hay mucha gente fuera del país, sus familiares están recibiendo remesas de dinero que les ayudan a resolver sus problemas económicos, muy especialmente los que ocasionan los días navideños y de comienzos del nuevo año.
Además, ya las empresas comienzan a pagar utilidades y son muchas las personas que están recibiendo aguinaldos.
Estos son días en que la gente quiere oxigenar su mente con motivos esperanzadores.
Y ciertamente no existe mucho ánimo para echarse a la calle a manifestar.