Nueve personas, miembros de una misma familia de mormones, entre ellos seis menores de edad, fueron asesinados el lunes al norte de México, durante un violento ataque que, se presume, podría haber sido perpetrado por sicarios del crimen organizado, según informó el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, durante una rueda de prensa.
Durazno indicó que el saldo de la agresión son nueve fallecidos, tres mujeres y seis menores, «hay seis menores lesionados, una menor ilesa y una menor presuntamente desaparecida», dijo, en compañía del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El ataque a esta familia de nacionalidad estadounidense ocurrió en un camino rural entre los estados norteños de Sonora y Chihuahua, cuando la familia conformada por tres mujeres y 14 menores fue emboscada por un grupo armado.
Según explicó el secretario de seguridad, la zona donde ocurrió el ataque es un área en disputa entre una célula relacionada con el Cartel del Pacífico y otros grupos.
«Hay que aclarar si los mataron sin saber quiénes eran o si fue un ataque directo», expresó López Obrador, pues existe la posibilidad de que la familia haya sido confundida con miembros de otro cártel.
Entre los niños fallecidos hay uno de 11 años, una de ocho y dos gemelas de un año. Así lo informó un familiar de los asesinados, Julián LeBarón, conocido activista de la zona. Al menos una prima, Rhonita LeBarón, y cuatro de sus hijos están entre los asesinados.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ofreció ayuda a López Obrador para exterminar las bandas del crimen organizaco que opera en méxico.