Aproximadamente el 15% de los que se operan vuelven a ganar peso
Las cirugías para tratar la obesidad son vista a menudo como una solución rápida para perder peso, sin tomar en cuenta que el éxito de estas operaciones depende en gran medida del paciente, quien debe comprometerse a cambiar hábitos alimentarios y realizar actividad física rutinaria, para poder mantenerse en un peso adecuado para su estatura y en buen estado de salud.
“Hay pacientes que después de 4 años de operados comentan que son post baríticos, cuyo peso antes de la cirugía era más de 140 kilos, y muchos no lo creen; han cambiado totalmente, porque asumieron su cuota de responsabilidad y cambiaron su vida por completo. Mientras que, otros vuelven a engordar por falta de conciencia de lo que deben y no hacer”, sostuvo el cirujano bariátrico Argenis Chaparro Madriz.
El especialista del Instituto Médico La Floresta señaló que aproximadamente el 15% de los pacientes que se operan con cirugía bariátrica pueden re ganar peso al cabo de 5 o 6 años por esa razón, y aunque existen cirugías de revisión y de conversión, el paciente tiene que entender y participar en el proceso.
Entre los errores más frecuentemente que inducen a la re ganancia de peso está la ingesta de alimentos y bebidas no recomendadas; el aumento de la cantidad de carbohidratos simples y azúcares refinados, además de no realizar suficiente actividad física.
La cirugía de revisión para solucionar la re ganancia de peso requiere de una evaluación preoperatoria donde se analiza la ya realizada, las posibles causas que llevaron al paciente a ganar peso, y se valoran los beneficios y las contraindicaciones de llevarlo nuevamente al quirófano.
Apoyo psicológico y nutricional
Chaparro Madriz comentó que el seguimiento psicológico y nutricional es fundamental, porque “si no se detectan los problemas, en la segunda intervención por más procedimientos nuevos que se hagan les va a pasar lo mismo y no vale la pena asumir ese riesgo”.
Es por ello, que desde el momento en que se contempla la posibilidad de la operación, el paciente es sometido a un abordaje multidisciplinario para evaluar su estado físico y emocional, su capacidad de comprensión, hábitos de alimentación, y se le explican los riesgos, pasos y cuidados posteriores a la cirugía.
“El psicólogo le va a dar las herramientas necesarias para que entienda por el proceso que va a pasar, además de ciertos consejos para manejar la ansiedad que todo eso genera, lo que le permitirá enfrentar la cirugía conociéndola y corregiendo hábitos de conducta no deseados”, explicó.
El acompañamiento del nutricionista es igualmente importante para enseñarle a comer sano, restringir cantidades y mantener el equilibrio energético que su cuerpo necesita, así como también el apoyo familiar. “Los parientes deben apoyar con el ejemplo, procurando que el consumo de comida sana sea de todos y no exclusivo del paciente”, expresó el especialista.
Aclaró que no es necesario llevar una dieta de por vida, se pueden comer todos los grupos de alimentos, calculando los valores y requerimientos que se pueden consumir por día, para que el aparato digestivo se vaya adaptando a su nueva situación.