Los bajos sueldos, la falta de herramientas y el hambre son trabas que diariamente enfrentan las camareras del Hospital Central de Barquisimeto, en sus puestos de trabajo. La mayoría le ha dedicado la mitad de su vida a esta labor, cuya remuneración actual no dignifica el trabajo que realizan.
El personal de salud que se encarga de mantener la limpieza en las áreas de recuperación de los pacientes del Hospital Antonio María Pineda, contó su historia a Elimpulso.com.
La mayoría son mujeres sexagenarias, como la señora Margarita Cordero, quien vive en El Trompillo, al noroeste de Barquisimeto, y en repetidas ocasiones ha tenido que llegar caminando al hospital, que está en el centro de la ciudad.
“El sueldo no alcanza para pagar los pasajes y también es muy difícil conseguir efectivo. A veces me vengo a pie con estos zapaticos bajitos que son los únicos que tengo”, dijo Cordero, quien tras ser consultada sobre cuándo fue la última vez que se compró un par nuevo de zapatos, aseguró que hacía más de cinco años.
Esta señora ha llegado al referido centro de salud sin una arepa o un café en su estómago, y asegura que cuando eso le ocurre, opta por beber agua para no desmayarse.
Un caso parecido es el de la señora Julia Vizcaya, quien resaltó que las camareras deben trabajar sin jabón, cloro ni mopas. En ocasiones logran conseguir “un chorrito” de desinfectante que les obsequian los mismos pacientes y con eso logran hacer su trabajo.
Al igual que estas mujeres, el personal de salud de este hospital debe “hacer magia” para cumplir con sus labores, pues los médicos y enfermeras trabajan sin guantes y sin los insumos básicos para poder atender correctamente a un paciente.
Sueldos pírricos
Como si fuera poco trabajar en condiciones precarias, el personal de salud de la entidad percibe sueldo mínimo, o menos, el cual no da abasto para cubrir ni siquiera la canasta alimentaria, la cual ronda los seis millones de bolívares.
Por esa y otras razones el gremio médico convocó a una protesta masiva a ejecutarse el próximo 30 de noviembre, en atención a dignificar sus sueldos y condiciones de trabajo.