Miles son las personas de la tercera edad en Venezuela que pasan penurias para lograr tener comida para alimentarse o medicamentos para tratar sus patologías, sin embargo, hay héroes anónimos que trabajan para mejorar la calidad de vida de algunas personas de la tercera edad, con esfuerzo, trabajo y mucho amor.
Tal es el trabajo que un grupo de monjas pertenecientes a las hermanas de Jesús Resucitado, hacen en la casa hogar Pedro Ernesto Jiménez en el sector La Florencia de la localidad de Quíbor. Desde hace 26 años cumplen la loable tarea de asistir al menos a 25 abuelos con atenciones, dedicación y mucho cariño.
A pesar de la situación país las Hermanas de Jesús Resucitado hacen lo posible para que la calidad de vida de estas personas no decaiga brindándoles atención integral y en lo posible atendiendo todas sus necesidades a través de de esparcimiento y la protección en sus últimos años de vida.
La hermana Ingrid es la encargada de dirigir junto a otras 5 personas la casa hogar que no solamente ha albergado a los ancianos más desvalidos del municipio Jiménez, si no también a vecinos del sector que se han visto afectados por la crisis que aqueja a todo el país.
“Nosotros con nuestra fe sabemos que Dios no desampara a los suyos, nunca hemos dejado de tener algo que darle a nuestros abuelos. Si algo falta salimos a pedir, si llegamos a un sitio y no nos dan, vamos a otros. Aquí vivimos de la caridad de quienes donan alimentos, Gracias a Dios”, dijo la hermana.
Aunque la crisis ha afectado la Casa Hogar Pedro Ernesto Jiménez las Hermanas de Jesús Resucitado no han dejado de trabajar para brindar la mejor calidad posible a los 25 abuelos que tienen bajo su resguardo, con la ayuda de la empresa privada y otros particulares que con su corazón hacen posible el bienestar de estos ancianos.
Laura Martínez una mujer que trabaja por y para los más necesitados en Jiménez
Laura Martínez es una maestra de educación inicial que desde hace más de 15 años se dedica a brindarle su mano a los ancianos más necesitados del municipio Jiménez. Comenzó mientras era maestra en una preescolar en Cubiro, de donde es oriunda. La visita a la abuelita de uno de sus alumnos marcó el inicio de lo que ahora es su forma de vida, la ayuda al prójimo y al necesitado, a cambio de nada.
“Desde el 2004 surge la idea de trabajar con los abuelos. En el aula de un preescolar en Cubiro. Creo que viendo a estos niños jugando me lleva a los mejores años de mi vida”, dice Martínez con los ojos empañados.
Desde hace 15 años recorre cada rincón del municipio Jiménez y sus alrededores tendiendo una mano amiga a quien lo necesita. Uno de sus modelos a seguir es su abuelo Amparo Pacheco de quien guarda una frase que ha convertido en una máxima para su vida: “haga todo el bien que pueda y el mal evite”.
Tanto así que la fundación que dirige lleva por nombre “Fundación de Abuelos Don Aparo y Doña Ramona de Pacheco”, sus abuelos paternos a quienes agradece todos los días haberle inculcado valores muy sólidos que pone en práctica todos los días.
Este viernes Laura se unió una vez más a la labor que hacen las Hermanas de Jesús Resucitado en la Casa Hogar Pedro Ernesto Jiménez logrando recolectar comida, ropa, medicinas para ayudar a mantener y mejorar la calidad de vida de los abuelos que allí viven.
La jornada inició desde tempranas horas de la mañana en la emisora Hesperia 88.7 de Quíbor en donde se sintió que en tiempos de crisis el venezolano también puede demostrar lo mejor de cada uno. Personas en bicicletas, motos y con lo que podía colaboró con el llamado a favor de los abuelitos de la Casa Hogar Pedro Ernesto Jiménez.
A media mañana la jornada se trasladó a la sede de la casa hogar a compartir con los abuelos y a desarrollar la jornada de peluquería para ellos y para personas de la comunidad. Una sabrosa sopa fue el broche que marcó el fin de la jornada la cual fue adornada con un torrencial aguacero que refrescó el lugar.
El trabajo de Laura Martínez no para. Todos los días sigue haciendo lo que desde hace 15 años es para ella su forma de vida, por ello hizo el llamado a la sociedad en general a unirse a esta importante labor a favor de esas personas de la tercera edad que necesitan cariño, compresión y el aporte de toda la sociedad no solo del municipio Jiménez si no de todo el estado Lara.