El ajuste salarial, porque no se puede considerar un aumento al no ceñirse a los lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo, no satisface las necesidades de los trabajadores y afecta a pensionados y jubilados.
En esa apreciación coinciden el profesor universitario Froilán Barrios y dirigentes sindicales del país, consultados por Elimpulso.com.
Violación al convenio OIT
El profesor Barrios expresa su opinión en los términos siguientes:
- Es de destacar la lamentable decisión unilateral de Nicolás Maduro, quien persiste por 21 vez en la práctica de imponer su criterio en torno al salario mínimo. Conviene señalar que este año vino a Venezuela una Misión de Cuenta de la Organización Internacional del Trabajo, para atender una denuncia de la eliminación de la comisión tripartita, hecha por Fedecámaras, que viola el Convenio número 26 de la OIT. Los enviados de esta Organización estuvieron en varios estados y el 30 de septiembre presentaron su informe, en el cual se conmina al Poder Ejecutivo de Venezuela a sentarse con empleadores y sindicatos, Catorce días después se produce la decisión violatoria, que indudablemente será tema central del Consejo de Administración de la OIT, en noviembre.
- El régimen utiliza a Francisco Torrealba, que no es representante del Poder Ejecutivo, para hacer el anuncio sobre el ajuste salarial de 300 mil bolívares, hablando de salario integral, lo cual es falso. Porque integral es todo lo que percibe el trabajador. De esos 300 mil bolívares, sólo 150 mil corresponde al salario. El resto al bono alimentario. Se burla así de los trabajadores.
- Igualmente son discriminados los pensionados, ya que éstos recibirán apenas 150 mil bolívares. Generalmente, estas personas gastan más en medicinas que en alimentos.
- El régimen incumple su propia política anunciada en agosto del año pasado que el salario arrancaba con medio petro, que en ese entonces era de treinta dólares porque el petro había sido establecido en sesenta dólares. Con los 300 mil bolívares para los trabajadores activos se les está pagando 15 dólares mensuales. Si la cesta alimentaria, según Cenda, está casi en cinco millones y el de los servicios en ocho millones. Si se dividen esos quince dólares, el salario diario es de 0,5 dólar. Tanto el Banco Mundial como la OIT establecen que una persona se encuentra en pobreza extrema cuando su ingreso es de dos dólares diarios. En Venezuela, los trabajadores están por debajo de ese nivel. O sea, más abajo de la pobreza extrema.
Revisión de la producción
Bogar Pérez, dirigente sindical de Aragua, expresó puntos coincidentes con el profesor Barrios.
Los directivos de Alianza Central Independiente exigimos una revisión exhaustiva de la producción del país.
Si no se incentiva el aparato productivo no se puede generar aumento salarial,que satisfaga las necesidades de los trabajadores.
Igualmente, agrega, pedimos que el Ejecutivo Nacional aplique la ley aprobada por la Asamblea Nacional y ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual los jubilados y pensionados tienen los mismos derechos que los trabajadores activos.
Situación dolarizada
Johnny Magdaleno, dirigente sindical de Carabobo, dice que los 300 mil bolívares no satisfacen a nadie porque vivimos una situación dolarizada de hecho. Ya en todas partes se compra y vende a precio de dólar, ya que el bolívar ha perdido su valor adquisitivo.
En cualquier país, un aumento salarial es motivo de celebración, pero en Venezuela es causa de preocupación porque el incremento se vuelve sal y agua porque son escandalosos los aumentos de los artículos de primera necesidad.
Realmente, no hay aumento, sino un ajuste salarial porque el aumento se registra cuando se hace una evaluación de la producción para que el trabajador pueda tener parte de las ganancias de la empresa.
El autodenominado presidente obrero es antiobrero, porque acabó con la producción y, por supuesto, desmejoró los salarios de los trabajadores de las empresas e institutos del Estado.
Destruidas las reivindicaciones
José González, dirigente sindical del estado Lara y miembro de la comisión electoral de la CTV, también coincidió con opiniones de sus colegas ya entrevistados.
Cuando la producción se ha venido abajo, las zonas industriales son cementerios de empresas y los trabajadores apenas pueden subsistir, tenemos que lamentar que la reconversión monetaria de agosto del año pasado acabó con las conquistas laborales alcanzadas durante décadas de lucha sindical.
Cuando CANTV estaba en manos privadas, se discutían los contratos colectivos, para citar un caso. Igualmente también con el sector público había discusiones. Eso se acabó en este régimen, porque ya nada se discute, pues, Maduro es el que dice cuánto tiene que ganar un trabajador.