Dilia Pastora Azuaje, encargada de la Fundación Hogar de Cuidados Elena Querales, contó a Elimpulso.com que fue en el año 2012 cuando surgió esta noble iniciativa de albergar a un grupo de 30 abuelos sin esperar nada a cambio, su mayor satisfacción la sonrisa de estos adultos mayores.
Señaló que no escapan a la crisis generalizada de los servicios públicos, pues no cuentan con servicio de gas, el agua llega al sector una o dos veces por semana y los apagones eléctricos afectan sus actividades cotidianas, poniendo en oportunidades en riesgo la salud de los abuelos.
«No tenemos gas, nos hacen falta tanques para el agua que llega cada 5 días, en este momento estamos cocinando en un fogón. La electricidad se nos va todos los días y el domingo se nos presentó una situación en la que un doctor estaba atendiendo a una de nuestras abuelas en la oscuridad y no podía ubicar la vía venosa para aplicarle una inyección», relató.
Con tristeza manifestó que uno de los abuelos falleció por falta de medicinas, producto de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país. «Fue un caso en el que no logramos ubicar los medicamentos que necesitaba».
El equipo de prensa pudo conversar con algunos de los adultos mayores que viven en el Hogar de Cuidados Elena Querales, quienes aseguraron sentirse como en casa.
«Esta es una gran familia que actúa con mucha vocación de servicio y sensibilidad social para atender a los pacientes de diferentes patologías, asisten a un sector importante de la sociedad», afirmó el señor Edgar Balzan Rivero.
«Tengo dos años acá, me siento muy bien y mis hijos me visitan cuando pueden», fueron las palabras de Pedro Rafael Padrón, uno de los abuelos que se encontraba sentado viendo televisión en la sala del ancianato.
