Al menos 24 máquinas de diálisis en la ciudad de Barquisimeto están fuera de funcionamiento, según denunciaron a Elimpulso.com pacientes renales, quienes afirman que en su mayoría están obstruidas. Esta situación supone que al menos 18 pacientes dejan de recibir su tratamiento cada semana, solo en la unidad de diálisis del Seguro Pastor Oropeza, donde hay cuatro máquinas inoperativas.
Aunado a ello, unas 20 máquinas, las cuales conforman tres salas de diálisis en la Unidad de Diálisis Barquisimeto, están inhabilitadas, según declaró un paciente quien pidió resguardar su identidad.
Por su parte, Erika Pérez, quien vive en Carora y se dializa tres veces por semana desde hace 11 años en la Unidad de Diálisis del Seguro Pastor Oropeza, considera que ante la falta del insumo de limpieza adecuado para las máquinas, éstas se han venido obstruyendo. Sin embargo para limpiarlas antes de que cada paciente las utilice, están usando cloro y vinagre.
Afirmó que esta situación se está presentando desde hace al menos una semana en el Pastor Oropeza, donde hay cuatro máquinas dañadas. “Pero las demás unidades de diálisis no escapan a esa realidad, porque todas tienen el mismo problema”, insistió Pérez, quien remarcó que una de las 16 máquinas que existen en el referido centro de salud, requiere de un repuesto que no se consigue en el país.
El especialista en nefrología y exdirector médico de la Unidad de Diálisis El Ángel, Juan Carlos Algarra, explicó a Elimpulso.com que el líquido idóneo para limpiar las máquinas, llamado Puristeil, no llega a las unidades de diálisis de la ciudad desde hace poco más de un año.
Por esa razón, optaron por limpiar las máquinas con ácido acético (vinagre) o hipoclorito de alta concentración, pues cumple las mismas funciones de asepsia para el paciente. “Solo que con el Puristeril hay mayor garantía de limpieza para la máquina, pero para el paciente se cumplen las funciones utilizando el ácido acético, por ejemplo”, remarcó Algarra.
El también profesor del Decanato de Medicina en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), precisó que a las máquinas de diálisis se les debe cambiar el filtro cada ocho tratamientos, no obstante también hace un año que a las unidades de diálisis no llega este repuesto. “Como dejó de llegar el filtro, nosotros lo limpiábamos con ácido acético y teníamos buen funcionamiento de las máquinas, pero cuando el filtro se termina de dañar u obstruir, la máquina queda inoperativa.”, detalló Algarra, quien agregó que es muy costoso adquirir estos repuestos, dado que se cotizan en dólares.
Además, prosiguió, es obligación del gobierno nacional colocar los materiales en las unidades para poder mantener el funcionamiento.