El Producto Interno Bruto (PIB) del país caerá en 38,8% para finales del 2019, mientras que el nivel de inflación anual se ubicará en 20.677%, de acuerdo con las estimaciones que maneja la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados, debido a la severa disminución del crédito bancario, que entre otros factores, ha contribuido a profundizar la contracción de la economía.
En efecto, el análisis de la consultora señala que la inflación se ha desacelerado de manera evidente en lo que va de año, pero sigue siendo un fenómeno perverso en un contexto global donde el aumento de los precios sin control no es un problema en prácticamente ningún país.
Venezuela es un caso único con más de un año de hiperinflación que parece incontenible. Explica la firma que dirige el economista César Aristimuño, que la caída de la actividad económica tiene que ver con una agresiva caída del consumo que, será de 35% al cierre del año.
Lo más grave es que la demanda ha caído en niveles inéditos en los últimos cinco años, a tal punto que Aristimuño Herrera & Asociados estima que el consumo del gobierno, un tradicional catalizador de la actividad económica en Venezuela, bajó 47% entre 2014 y el primer semestre de 2019, y la demanda privada se contrajo 63% en el mismo período.
Empresas ante escenarios difíciles
Por otra parte, las empresas enfrentan una realidad compleja en extremo, porque se mantienen las presiones alcistas en sus costos de reposición, pero la caída de las ventas en volúmenes limitan efectivamente el traslado de esos costos crecientes a los precios, lo que está poniendo en peligro la existencia de muchas unidades productivas y comerciales.
El sector industrial opera a solo 16% de capacidad instalada en promedio, según las cifras recientes de Conindustria, y para los analistas de Aristimuño Herrera & Asociados este dato revela la magnitud de una crisis productiva que no será fácil ni rápido revertir, por los costos crecientes de la recuperación y el deterioro que la misma paralización produce en muchas plantas y equipos.
Anuncian que para el miércoles 20 de noviembre, la consultora presentará sus proyecciones macroeconómicas, cambiarias, bancarias y financieras para el ejercicio 2020, en un evento que ha titulado ¿Se resolverá esto en el 2020?, que se realizará en el Salón Plaza Real del Hotel Eurobuilding. Negativas expectativas 2020.
Aristimuño apunta que las expectativas para el próximo año son negativas, porque en una medida considerable dependen de la evolución de los acontecimientos políticos, lo que de por sí introduce un elevado nivel de incertidumbre en la elaboración de escenarios, pero a su vez la profundidad de la crisis está generando una gran probabilidad de negociación.
“Nunca como ahora ha sido más difícil tratar de proyectar lo que puede ocurrir en la economía venezolana; de hecho, un ejemplo es el Fondo Monetario Internacional, que mantiene una proyección de inflación de 1.000.000% para este año, que es una cifra altamente improbable. Sin embargo, consideramos indispensable que las empresas manejen escenarios bien delineados, que sean útiles para sus ejercicios de planificación, porque 2020 luce especialmente difícil, pero retador, incluso si las circunstancias políticas se modifican”, precisa el economista.
