La emergencia humanitaria compleja por la que atraviesa Venezuela, obliga a que muchos de sus ciudadanos estén en la obligación de migrar hacia otras fronteras con la esperanza de poder combatir enfermedades delicadas. Este fue el caso de Beatriz Nicolás, una barquisimetana de 53 años de edad, quien falleció el pasado martes 1ero de octubre en Madrid, España.
La señora Beatriz era hija de madre venezolana y padre francés, por lo cual tenía la nacionalidad francesa; con esto, se le facilitó viajar hacia Europa para combatir su enfermedad: Fibrosis pulmonar.
Cuando llegó a España, en julio del 2017, los médicos le indicaron que no era recomendable operarse, ya que su estado de salud era realmente delicado. A pesar de ello, estando en Madrid, podía luchar para mantenerse viva, acción que no hubiese sido posible en Venezuela, ya que existen decenas de problemas en el sector salud, lo cual le pudo haber imposibilitado hacerse con los medicamentos para su tratamiento.
En Barquisimeto, Beatriz había trabajado como profesora de arquitectura, y a su vez, tenía un pequeño negocio de bisutería. Pero para viajar a España, vendió sus patrimonios, se quedó sin ahorros y económicamente estaba arruinada. Aunque su salud era delicada, no dejaba de ser agradecida: “Aquí tengo comida, techo y calefacción. En Venezuela estuviera muerta hace rato”, contó al diario El País.
Cuando su condición fue reseñada por El País de España, familiares que vivían en Francia viajaron hacia Madrid para visitarla. Allí, su sobrino y periodista, Xavier Barret, habló con ella y se sorprendió por la tranquilidad con la que acogió su situación: «Me dijo ‘no tengo miedo de morir’ pero me gustaría que fuera con dignidad«.
Antes de que su lucha terminara, Beatriz hizo uno de sus últimos esfuerzos para poder celebrar el 7 de septiembre, su último cumpleaños, en compañía de sus amigos dentro de su habitación. Allí pudo compartir, conversar y despedirse de ellos con dulces.