El ataque con aviones no tripulados del pasado 14 de septiembre sobre dos instalaciones petroleras de la compañía Aramco en Arabia Saudita, en primera instancia, afectó cerca del 50% de la capacidad productiva del Reino (un 5% de la producción mundial), disparando al alza los precios del crudo, hasta un 15 %, antes de disminuir un 5% los días subsiguientes. Estos hechos, han renovado el permanente debate sobre el rol que juega el petróleo en los diseños de política energética global, así como el estrecho vínculo que siempre ha mantenido con los conflictos geopolíticos, permanentemente presentes en Medio Oriente.
Pero, aparte de estas consideraciones, ahora se llama a reflexión acerca de aspectos que se vinculan con la guerra asimétrica y el relativamente cómodo acceso a tecnologías bélicas por parte de actores que hacen vida en regiones poco estables, como se puso de manifiesto en este ataque atribuido a rebeldes huties, qué con el apoyo de Irán han mantenido desde 2014 una guerra civil en Yemen, contra sectas chiitas apoyadas y financiadas por el Reino Saudí.
Aunque la administración Trump señaló directamente a Irán como responsable de los ataques, estos hechos, evidencian en primer lugar, la relativa vulnerabilidad del Sistema Global de Producción y Distribución de crudo y luego, el riesgo de un enfrentamiento directo de Estados Unidos y sus aliados con Irán , lo que intensificaría los conflictos ya existentes en la región, incluyendo acciones militares en el Estrecho de Ormuz, vía altamente estratégica que vincula a los productores del área (Arabia Saudita, Kuwait, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Omán e Irán) con los principales mercados de Asia y Europa.
El hecho de que cerca del 75% del crudo que se transporta por ese pasaje marítimo se destine a los grandes consumidores del continente asiático (China, India, Japón y Corea del Sur) indica el carácter altamente estratégico del mismo, importancia que ha ido creciendo en la misma medida que han crecido económicamente los estados petroleros del golfo y las inversiones en bases navales en áreas del estrecho.
El “pico petrolero” y la visión de Europa
Para Bernard Durand, exdirector de Geología del Instituto Francés de Petróleo, el último Informe Anual de la Agencia Internacional de Energía (AIE) 1 proporciona un diagnóstico pesimista sobre la evolución mundial del crudo, lo que generaría consecuencias graves para países altamente dependientes de las importaciones, particularmente para la Unión Europea (UE).
En este informe, la AIE asegura que la producción mundial de petróleo convencional alcanzó su tope máximo en 2008 (69 millones de barriles diarios) y desde esa fecha, ha venido declinando en unos 2.5 millones b/d 2
Este reporte advierte sobre los inconvenientes para la búsqueda y explotación de petróleo convencional, que aún suministra un 70% del total de combustible, que no ha sido compensado del todo por el auge del petróleo de esquisto estadounidense. Llama la atención acerca de la posibilidad real de un declive significativo en la producción mundial para 2025.
En este escenario, el continente europeo es particularmente vulnerable, por su alta dependencia del petróleo importado (500 millones de Toneladas. en 2017, por delante de China con 475 mill. Toneladas.) Según Bernard, la cuarta parte de las importaciones de petróleo crudo de la UE proviene de 4 países (Noruega, México, Argelia, Azerbaiyán) que según la AIE ya han cruzado su “pico petrolero”, el punto crítico de agotamiento de sus reservas explotables, a partir del cual se entra en fase de declive. Otro 25% de sus importaciones provienen de otros dos países (Rusia y Angola) 3 que según la AIE están a punto de cruzar este umbral petrolero.
Esta situación pone en riesgo los requerimientos energéticos de la UE para los próximos años, que seguramente le obligará a replantearse estrategias para competir con China y seguramente con EEUU y otros países como India y Japón, la provisión demandada por su economía
Nuevamente, la estabilidad del mercado petrolero internacional tiende a ir más allá de los aspectos tradicionalmente contemplados por la economía petrolera. Nuevos intereses y factores políticos y técnicos empiezan a diseñar una nueva realidad, signada por intereses geopolíticos emergentes, en medio de una globalidad que comienza a ser cada día más cuestionada.
Referencias:
1-AIE: World Energy Outlook 2019
2-Ibid
3-Bernard Durand: La France et l`Europe doivent prendre au seriux l`alerte rouge de la AIE: La Revue Parlementaire. Paris Sept 2019
Publicado originalmente por:
inteligenciapetrolera.com.co/opinion-petroleo-geopolitica-y-pico-petrolero-por-ruben-orlando-noguera/
Rubén Orlando Noguera