Hay escasez de azúcar, pero si no se importa el producto, el problema se agravará. Tal opinión es de Edgar Contreras, gerente de la Sociedad de Cañicultores del Occidente del Estado Lara (Socadol), quien dice que ya la mayoría de los productores dejaron de trabajar el rubro y los centrales se encuentran en tan malas condiciones, que prácticamente no funcionan.
Este año apenas se molieron 2 millones 300 toneladas para lograr unas 200 mil toneladas de azúcar. Para satisfacer el mercado hay que importar un millón de toneladas. Pero, no hay dinero.
Hace trece años se molían 9 millones de toneladas para obtener 700 mil toneladas de azúcar y se importaban 300 mil toneladas.
El principal problema para los productores es que no se ha querido sincerar el precio, el cual debe estar en 30 mil bolívares. En estos momentos es de 6 mil bolívares.
El precio establecido por el régimen es de 17 mil 500 bolívares. De ese total, el 15 por ciento es para gastos de comercialización. La otra parte va al central que realiza la molienda.
En los momentos hay serios problemas. Por una parte, la industria azucarera está destruida y por la otra, los campos de cultivo han venido siendo utilizados para otros rubros. se prefiere el pasto, porque en el año se le pueden hacer ocho cortes, mientras que una sola vez se usa para la caña de azúcar.
A los cañicultores les preocupa que cuando arriman la caña, el central les paga por cuotas, lo que hace que el dinero pierda valor por consecuencia de la hiperinflación.
Ahora prefieren enviar la materia prima a los trapiches para que sea elaborada panela o papelón, ya que los trapicheros pagan al recibir la mercancía.
Sin embargo, el problema es que cada vez hay menos cañicultores, porque no es rentable el cultivo.
Es por ello que desde ya se barrunta, dijo Contreras, que la próxima zafra sea la mitad de la de este año porque la falta de políticas impide que haya producción de azúcar.