Las federaciones de transporte de Ecuador anunciaron el viernes la suspensión del paro de actividades que habían declarado para rechazar el alza en el precio de los combustibles.
El vocero de los transportistas, Abel Gómez, dijo en rueda de prensa que “de nuestra parte se termina la medida de hecho, solicitamos responsablemente al gobierno las garantías para que la operación se pueda dar con la mayor tranquilidad en todo el territorio nacional”.
Añadió que en adelante no se hacen responsables de los desmanes que puedan producirse.
No se conocen los detalles del acuerdo que permitió poner fin al paro, aunque se estima que aumenten los pasajes al transporte público y que los transportistas cuenten con un trato especial para la compra de vehículos y autopartes.
El paro se declaró el jueves después de que el gobierno decidió esta semana eliminar los subsidios a los combustibles para ahorrar 1.300 millones de dólares y equilibrar la caja fiscal, lo que de inmediato elevó los precios de la gasolina de 1,85 dólares por galón a 2,39 dólares, mientras que el diésel subió de 1,03 el galón a 2,30 dólares.
La huelga obligó a miles de personas a caminar grandes distancias o a viajar de forma precaria en vehículos particulares en todo el país, mientras que al menos tres dirigentes, uno nacional y dos regionales, fueron apresados por interrumpir el servicio público.
El presidente Lenín Moreno se mostró inflexible ante los transportistas.
“No se me pida que cambie con respecto a la eliminación de un subsidio que es nocivo para la economía ecuatoriana, aproximadamente 60.000 millones de dólares ha perdido el pueblo ecuatoriano por el subsidio en estos años, eso no lo vamos a permitir bajo ninguna circunstancia”, dijo.