Sheyla Rangel, coordinadora del programa educativo de la fundación FundaCamila, la cual brinda apoyo a personas con deficiencia auditiva, narró la realidad que atraviesan quienes padecen esta discapacidad, ante la falta de repuestos y altos costos de implantes cocleares.
«Las personas que tienen prótesis auditivas necesitan cubrir permanentemente el costo de las baterías de esos equipos, las cuales vienen en presentaciones de 6 unidades pero la duración es muy corta, situación que afecta a las familias de bajos recursos en la que existe un deficiente auditivo», señaló.
«Actualmente hay muy pocas casas distribuidoras de accesorios y los costos son altos porque son importados y lamentablemente cada vez llegan menos», agregó.
La poca disponibilidad de accesorios de implantes cocleares en el país, hace que muchos de quienes lo usan hayan experimentado quedar en silencio por largos lapsos de tiempo. Camila Calderón tiene 20 años, es integrante de la fundación que lleva su nombre y contó a las cámaras de Elimpulso.com su experiencia.
«Me diagnosticaron perdida profunda de mi audición y en 2001 fui operada del oído derecho, puedo escuchar a través de un implante coclear, el cual cambió mi vida completamente porque puedo escuchar las voces de mi mama, hermanos y toda mi familia», dijo.
El pasado 31 de marzo el implante auditivo de Camila dejó de funcionar, situación que coincidió con los apagones eléctricos registrados en el país.
«Estaba sola en la casa y aproximadamente a las 6 de la tarde se fue la luz y sentí una sensación de desespero de estar en la oscuridad sin poder escuchar. Tropecé con varios objetos hasta que logre buscar una linterna en mi cartera», relató.
Integrantes de FundaCamila hicieron un llamado a las autoridades a crear políticas de Estado en materia de salud que beneficien a las personas con discapacidad auditiva, con la finalidad de romper la barrera del silencio.