“El poder ejercido por medios culpables nunca se ejerció en buenos propósitos”.
Cornelio Tácito
En el año 55 d. C. nació el gran orador romano Cornelio Tácito, en los años del emperador más malvado de la historia, Nerón. Llegó a historiador en su vejez y murió en tiempos del emperador Adriano, el tercero de los llamados “los cinco emperadores buenos”. Se formó con grandes abogados que le influenciaron beneficiosamente y, ya de muy joven, había escuchado los discursos del foro romano.
La virtus, es decir, la virtud, se adquiría luchando en la guerra, en aquellos tiempos un hombre se valoraba por su valor épico, y aparte, el escribir los hechos hacía aumentar esta virtud.
Podemos decir que Tácito era este tipo de hombres. A diferencia de nuestros tiempos más individualistas en la época griega y romana la guerra se tenía como algo glorioso, donde el compañerismo y el valor triunfaban por encima de la hambruna y la sangre.
Hoy en día hace falta una buena dosis de buena oratoria para cierta educación y adecuada retórica de algunos políticos. Fuente: Muhimu.es
Ahora, cuando las eras convulsionadas son abonos para la proliferación de “politiqueros”, estiércol de la mala hierba, auto denominados políticos, son momentos de prudencia, donde debe imperar la lógica y la razón en análisis pragmáticos de la realidad nacional.
Debemos estar conscientes que el desastre que enfrenta la república conllevó a la destrucción de la calidad de vida de los ciudadanos que no hemos vendido nuestros principios y valores para disfrutar de las mieles venenosas del tráfico de influencias, de la corrupción, del terrorismo, de la delincuencia organizada o no y de todo ilícito proveniente del abuso de poder, de la corrupción, del saqueo, de la guerrilla, paramilitarismo, narcotráfico, de la apropiación indebida, de la impunidad, de la manipulación y de la imposición de ideologías fracasadas o desfasadas.
A sabiendas de que soy un iletrado político, como buen Cafimetío que si soy, quiero hacer algunas reflexiones que llegan a mí en lucubraciones de medianoche:
El desastre que enfrentamos tiene un origen político, por tanto, corresponde a los políticos su solución, haciendo una alianza indisoluble con el Estamento Jurídico y con el resto de la mal llamada sociedad civil, puesto que, los políticos también forman parte de ella.
Supongo que los militares no van a la batalla sin armas; así mismo los políticos disponen de un medio de defensa que es el camino de la paz: La Constitución Nacional, Las leyes y sus reglamentos, es ahí, donde deben actuar los juristas venezolanos, entendiendo que, cuando el sistema judicial de un país está viciado existe el Estamento Legal internacional al cual se debe recurrir a través de los Tratados suscritos por la nación y que tienen rango constitucional. Esta alianza inquebrantable debe estar complementada por los ciudadanos que integran el resto la sociedad civil y debe basarse en el respeto que cada sector merece, estando claros en que no es momento para disputar el lugar en la fotografía a publicar, y mucho menos al quítate tú para ponerme yo.
Cada partido tiene pleno conocimiento de sus militantes, de cuál es su poder de movilización y cuáles son sus recursos comunicacionales, de cuál es su poder financiero y, más aún tiene que estar consciente de… a quien se enfrenta.
No debemos olvidar que:
“Ninguno es más fuerte que todos y una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil.”
¡Venezuela nos necesita unidos!
Maximiliano Pérez