Las reservas internacionales netas de la República, al 26 de septiembre, registran un saldo de US$ 7.881 millones, lo que refleja una fuerte caída de US$ 413 millones, de acuerdo con la información contenida en el portal digital del Banco Central de Venezuela.
El saldo del Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM), instrumento creado durante la época de los altos precios del petróleo, con la finalidad de mantener un “colchón” que sirviera de soporte en caso de que los precios cayeran, mantiene un saldo de apenas US$ 3,0 millones.
Con este comportamiento declinante de las reservas, el saldo de los activos de la República en el exterior se ubica en US$ 7.889 millones, alejándose aun más de la cota de los US$ 10.000 millones que llegó a tener hace más de un año, siendo este el saldo más bajo que han registrado las reservas internacionales de la Republica en las últimas tres décadas, sin que se avizoren posibilidades de recuperación en el corto, mediano o largo plazo.
Por supuesto, ante este comportamiento declinante, el saldo de las
reservas operativas del BCV se reduce cada día más, por tanto la República no dispone del flujo de caja necesario para sus operaciones, recurriendo nuevamente a la emisión de dinero inorgánico, estando en estos momentos la liquidez monetaria en 14.000 billones de bolívares, cuando en el año 2018 el saldo de la liquidez era de 960 mil millones de bolívares.