La venta de textos educativos ha mermado en un 60%, mientras que el número de empresas editoriales de este tipo de textos en Venezuela, se ha reducido a 6 de las 26 que antes operaban, reveló la presidenta de la Cámara Venezolana de Editores (CAVE), Yolanda Cajide de Fernández.
Comienza por expresar que los libros de textos son la principal herramienta, tanto para el docente como para los alumnos, a la vez que señala que para las editoriales cada día ha ido más difícil obtener las materias primas e insumos para la elaboración de los libros, tomando en consideración que toda esta materia prima es importada, papel, tinta, planchas e incluso los derechos de autor, que deben ser pagados en dólares.
Admite que en estos momentos, los padres y representantes de los estudiantes, están haciendo un gran esfuerzo para comprar los útiles escolares para sus hijos, indicando que los libros son la parte menos costosa de los útiles escolares, ratificando que sabe que están pasando mucho trabajo para adquirir los textos, pero que es la mejor inversión que puedan hacer, para el futuro de sus hijos.
Señala que no se puede confiar plenamente en Internet, ya que a través de las redes hay cosas que es necesario revisar, debido a que no son 100% veraces, mientras que los textos educativos son hechos por profesionales y adecuados al pensum educativo de cada niño y a su edad.
Reveló que un ejemplo es que en los últimos seis o siete años aquí no ha llegado un nuevo libro importado, no hay libros, afirmando que siente que no estamos haciendo nada para que esos libros lleguen a manos del pueblo venezolano, que es lo que es lo más importante entre la gente que lee y la que no lo hace.
Sobre la exactitud de los de historia, aseguró que los libros de textos recogen la historia, tal como sucede, ya que no hay otra forma de escribirla, así que allí no se puede variar. Señala que las editoriales no dejan de ser una empresa, y como todas las empresas, están sobreviviendo realmente, haciendo grandes esfuerzos, tratando de mantener incluso al personal y que les está costando muchísimo sobrevivir a la hiperinflación que se
está viviendo en el país realmente.
Sobre las expectativas a futuro, dijo que aún no existe un plan editorial, afirmando que están trabajando y esperan que durante los meses de octubre y noviembre se tienen que sentar a pensar en torno a lo que van a hacer, si se va a repetir lo mismo, que se puede hacer distinto de acuerdo con cada editorial y lo que ellas puedan.
Admitió que este año hubo falta de libro de textos, para completar las listas de útiles escolares, señalando que hubo padres que estuvieron buscando esos libros y no los consiguieron.