El desabastecimiento en la emergencia del hospital Pedro Emilio Carrillo del estado Trujillo, se ubica en un 90,3%; seguido por el Manuel Núñez Tovar de Monagas, con 86,67%; el Universitario de los Andes en Mérida con 85,75% y el Luis Razetti de Barinas, con 80,38%, de acuerdo con La Encuesta Nacional de Hospitales, elaborada por Médicos por la Salud.
El estudio revela que el monitoreo respectivo se realizó en el período comprendido entre noviembre 2018 y julio 2019, donde se observa que el Hospital Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto, presenta un nivel de fallas en emergencia de 42,42%. Asimismo, los hospitales con las menores fallas en emergencia, están en Caracas y son el J.M. de los Ríos con 7,92; José María Vargas, con 11,75% y Hospital Universitario de Caracas, con 27,59%.
En el boletín se puede apreciar, entre otras cosas, la evolución de la falla de servicios públicos durante el período monitoreado, y cómo aun habiendo mejorado levemente, todavía los hospitales sufren fallas importantes en el suministro de agua y energía eléctrica.
Recuerdan que este monitoreo incluye los tres apagones nacionales, donde según los reportes de la misma encuesta, al menos 32 personas perdieron la vida por causas relacionadas a estos eventos. Entre noviembre 2018 y julio 2019, ningún hospital reportó tener agua y luz, todos los días a toda hora.
El desabastecimiento promedio, en base al Índice de Desabastecimiento de Emergencias y Quirófanos, creado por el equipo de la Encuesta Nacional de Hospitales, ronda el 36% en insumos de quirófano y 47% para emergencias, a nivel nacional. En el mismo indicador de abastecimiento, se pudo apreciar una leve mejoría, especialmente a partir de marzo, que pudiera explicarse con la entrada de la ayuda humanitaria al país.
Otro punto importante de este boletín es la tendencia a que las condiciones generales de los hospitales son peores hacia el occidente del País, los estados Zulia y Trujillo particularmente. En general, mientras más alejados de la Capital, más difícil es la situación en los hospitales venezolanos.
Este monitoreo registró algunas leves mejoras en los indicadores, pero los registros siguen siendo bastante preocupantes. Ningún hospital puede prestar un servicio óptimo con los niveles de desabastecimiento que registran, y mucho menos lo pueden hacer, cuando los servicios de agua y luz son irregulares. Esto afecta no sólo el funcionamiento propio del centro: luz, ascensores, limpieza. Sino que estos servicios son necesarios para dar atención a los pacientes: diálisis, respiración mecánica, etc.
El equipo de Médicos por la Salud reiteró su compromiso con generar información confiable y verificable sobre las condiciones de los hospitales venezolanos, que sirva de insumo para la propuesta e implementación de un sistema de salud de calidad para todos los venezolanos.