Entre el 50 y el 60 por ciento se están desenvolviendo las actividades económicas, menguadas desde que se agudizó la crisis, según la opinión del Dr. Gerardo Álvarez, economista y profesor universitario, entrevistado por elimpulso.com.
El principal problema que existe es el de las fallas eléctricas, que después del macro apagón de marzo, obligó a la empresa del Estado a imponer racionamientos que se han venido acrecentando desde julio.
En términos de número se está suspendiendo el servicio entre siete y ocho horas de las veinticuatro en la ciudad de Barquisimeto.
A diario, tanto en el comercio como en la industria y las empresas de servicio los racionamientos oscilan entre tres y cuatro horas.
Si la jornada laboral es de ocho horas, claramente hay una suspensión de cuarenta y cincuenta por ciento de las actividades.
En ninguna de las oficinas y plantas se va el personal cuando suceden las interrupciones del servicio, pero en esos lapsos no hay producción en las industrias, ni venta en el comercio, ni tramitación de documentos o cualquier otra actividad en las empresas de servicios. Las excepciones son en los sitios de trabajo que tienen plantas eléctricas de emergencia.
Pero, debido a que lo que queda son empresas pequeñas y medianas, porque las grandes casi todas han bajado las santamarías, no disponen de ese tipo de equipos.
Como por consecuencia de la crisis, las empresas venían funcionando irregularmente, ahora la situación se ha tornado mucho más difícil para producir y operar, sobre todo porque no es accesible la importación de insumos y se ha producido una fuga de talento humano hacia el exterior.
Es por ello que la situación económica en Barquisimeto, donde está radicado el 70 por ciento del movimiento económico, está muy deprimida.
No es posible ofrecer cifras, sino estimaciones
El oscurantismo económico del sector oficial impide que haya estadísticas. “No sabemos con exactitud cuántos barriles de petróleo se producen y salen del país. No sabemos cuánto es el Producto Interno Bruto. Estimamos el impacto económico en algunas áreas.
Desde el 2013 el Banco Central de Venezuela no ofrece un balance de las actividades económicas nacionales. Extrañamente el 22 de mayo, el BCV abrió su página web y dio un conjunto de cifras, probablemente por las exigencias que estaba haciendo el Fondo Monetario Internacional, del cual es miembro Venezuela. Pero, las mismas distan mucho de la realidad. Ninguna se aproxima a lo que realmente es el colapso económico”.
