La contaminación interna del Hospital Pastor Oropeza y el pírrico sueldo que devengan los trabajadores de este centro de salud los llevó a alzar su voz este lunes, pues consideran que están en estado de emergencia y exigen la inmediata inversión para mejorar esta situación que debería ser prioridad para el Estado.
Lizzete Vargas, enfermera del referido hospital, detalló que muchas de sus colegas se han desmayado durante las horas de trabajo debido a que van a sus labores sin comer. El sueldo que devengan es de 56 mil bolívares quincenal, y no les alcanza ni para comprar un cartón de huevos.
“El sueldo nos da es para pagar los pasajes. Antes nos ayudaban con una caja de comida mensual pero eso no pasa desde marzo”, dijo Vargas, quien agregó que no ven mejoría pese a las reiteradas veces que han expuesto el caso a la directiva del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Pocas enfermeras
Vargas precisó que solo laboran cuatro enfermeras en los servicios donde debería haber entre ocho y nueve.
A diario atienden aproximadamente 53 pacientes y no se dan abasto, pues solo va una enfermera en la tarde y una en la noche.
El déficit es de enfermeras, camilleros, personal de laboratorios y médicos.
Por su parte, Julia Rojas, asistente de nutrición y dietética, indicó que el personal recibe amenazas de suspenderlos de sus funciones cada vez que se quejan por las terribles condiciones de trabajo e insalubridad.
Además les niegan el beneficio de otorgarles las medicinas que requieren cuando se enferman.”Cuando pedimos medicinas en la farmacia para nosotros los trabajadores nos las niegan, pero viene alguien de la junta comunal o del partido y sí le dan el tratamiento completo”, agregó.
Los manifestantes denunciaron la falta de aires acondicionados en todo el recinto hospitalario, sobre todo en el área de rehabilitación y maternidad, donde los trabajadores sufren los embates de las altas temperaturas y el sudor producto de los movimiento que deben hacer para atender a los pacientes.
Área de pediatría clausurada por brote de cloacas
La presidenta del Colegio de enfermeras del estado Lara, Elda Giménez, detalló que el área de pediatría, donde está la sala de parto, está contaminada debido a un brote de aguas servidas que surgió hace tres días.
Además, la falta de insumos que cada día es más crítica, merma la posibilidad de brindar cuidados y atenciones a los enfermos; “a esto se suma que los pacientes deben buscar los insumos. Y muchas veces el personal, cohibido, no le da el récipe al familiar para ir a comprar la medicina por temor a represalias”, describió Giménez.
Afirmó también que desde el Colegio de Enfermeras y la Federación de Colegios solicitaron qie los sueldos se calculen con base en dólares y que para los bachilleres sea de 400 dólares y a los profesionales universitarios les corresponda cobrar entre 500 y 600 dólares; “algo que sí viene a cubrir nuestras necesidades y darnos calidad de vida”, agregó Giménez.