La cifra de muertos por un ataque a tiros en el oeste de Texas aumentó a siete el domingo mientras las autoridades investigan por qué un hombre al que patrulleros estatales dieron el alto por no señalizar un giro empezó a disparar y huyó. Al menos 21 personas fueron baleadas antes de que la policía matara a tiros al individuo afuera de un cine el sábado.
El portavoz de la policía de Odessa, Steve LeSueur, dijo que al menos una de las víctimas sigue en peligro. El pistolero fue identificado como un hombre blanco de unos 30 años, pero la policía no ha revelado su nombre o el móvil del ataque. Las autoridades darán una conferencia de prensa más tarde el domingo.
El tiroteo comenzó en una parada de tráfico en una interestatal, cuando el agresor comenzó a disparar a los oficiales, secuestró un camión de correos y disparó a la gente mientras conducía por la zona de Odessa y Midland, dos localidades en el corazón de la zona petrolífera de Texas, más de 483 kilómetros (300 millas) al oeste de Dallas.
La policía indicó al principio que probablemente había más de un agresor, pero el jefe policial de Odessa, Michael Gerke, aclaró más tarde que sólo se trató de uno.
“El sospechoso siguió disparando a civiles inocentes por toda Odessa”, indicó un comunicado de la policía local.
El tiroteo eleva el número de asesinatos masivos en Estados Unidos a 25 en lo que va de año, igualando el total de 2018.