De no producirse con urgencia un cambio político, no solo se profundizará el colapso generalizado de los servicios públicos en el país, sino que los problemas se seguirán multiplicando y como consecuencia se reducirán los años de vida de los venezolanos, aseguró Henry Rosales, miembro del secretariado nacional del Movimiento Progresista de Venezuela (MPV).
Recordó que el nuevo apagón ocurrido la semana pasada, que afectó a 11 estados del país, demuestra la ineficiencia del régimen de Nicolás Maduro para resolver los problemas básicos y brindar calidad de vida a los venezolanos.
“El servicio eléctrico está haciendo estragos. Son múltiples las vidas perdidas en los centros hospitalarios y las carencias por la deficiencia en la prestación del servicio. En Venezuela la vida de los ciudadanos está amenazada debido al deterioro de los principales servicios públicos”, afirmó.
El dirigente lamentó que a pesar de la continuidad de los problemas en los servicios, no se avizora una solución a la crisis por parte del régimen y mientras tanto el sector industrial y comercial, que lucha a diario para resistir los embates de la economía, sufre incalculables pérdidas.
Colapso generalizado en el Metro
Otra de las denuncias hechas por Rosales, fue el grave deterioro que presenta el medio de transporte más importante del país, como lo es el Metro de Caracas, sistema que ha presentado incalculables fallas en los últimos días, poniendo en riesgo la vida de millones de venezolanos.
“Lo que ayer fue el orgullo de los venezolanos, hoy es una tragedia para la gran Caracas, pues alrededor de 5 millones de personas ven impedida la posibilidad de desarrollar sus actividades cotidianas con normalidad, porque un nuevo colapso se hace presente”, afirmó.
Por otro lado, lamentó que actualmente las madres venezolanas dejan de dedicarle tiempo a sus hijos porque deben sortear no solo la escasez de los alimentos, el alto costo de la vida, la desbordada inflación sino con las carencias en el suministro de gas, por lo que ratificó su llamado a la manifestación pacífica, a la lucha incansable en las calles para acabar con el régimen que ha sumergido a Venezuela en la peor crisis de toda su historia contemporánea.
“Los que hemos decidido no abandonar el país, ratificamos el apoyo a la manifestación y movilización pacífica, como única herramienta para manifestar nuestro rechazo al sistema político que hoy gobierna”, apuntó Rosales.