Explicar a los profesionales en el área de radiología los estándares de seguridad para evitar cualquier inconveniente con las radiaciones, cuando no se siguen las normativas adecuadas, entre los cuales se pueden mencionar cánceres inducidos tanto en pacientes como en trabajadores de la salud, fue el objetivo del curso de protección protección radiológica, dictado por el reconocido físico médico Omar Arias.
Este encuentro en el que participaron más de 100 personas, fue organizado por la empresa Serofoca y se realizó en las instalaciones del Sociedad Médica del Centro Médico de Caracas, donde se dieron a conocer las herramientas para evitar los daños por radiación
Omar Arias, Profesor universitario y referencia a nivel latinoamericano en física médica, explicó que en medio de la situación tan difícil del sistema de salud venezolano, decidieron impulsar la realización de una serie de talleres gratuitos para médicos, técnicos y enfermeras tanto para el sector privado como públicos.
“Nuestro objetivos es fortalecer la cultura de protección radiológica en el país en busca de beneficiar a los pacientes, y que el personal que está encargado de hacer los estudios cumplan mejor las medidas de seguridad, manejen de manera más eficientes los equipos y así reciban la menor cantidad de radiación y evitar el llamado cáncer radioinducido”, dijo.
Arias destacó que para hacer posible estos cursos están aliados a la Sociedad Anticancerosa de Venezuela y una serie de clínicas privadas, las cuales han prestado apoyo logístico de mandarnos a su personal.
“Nosotros desde la trinchera de capacitación decidimos para enfrentar la difícil crisis que sufre la salud en el país formando a nuestro talento humano, donde trabajamos tanto con instituciones privadas, como a finales de septiembre estaremos en la Policlínica Metropolitana y en noviembre iremos a Barquisimeto a dictar cursos de la mano del Ministerio de Salud en diversos hospitales, entiendo que a pesar de las grandes diferencias en lo político el foco es la mejor atención a los pacientes”, aseguró.
El físico médico señaló que la razón de estos talleres de protección radiológica, es que debido a que la radiación no se ve ni se huele solo vemos sus efectos cuando siendo ya muy tarde.
“A propósito de todo los suscitado con la serie Chernóbil pero es importante aclarar que los mayores niveles de radiación que entregamos al gente no es por los accidentes nucleares o bombas atómicas, sino ocurren en el día a día en los servicios de radiodiagnóstico, radioterapia y medicina nuclear, porque al no tener conciencia y una actualización educativa de cómo funcionan los equipos se puede provocar involuntariamente quemaduras en los pacientes o lo peor lo cual es producir un cáncer radioinducido”, afirmó.
Detalló que tanto para los radiodiagnósticos como para la radioterapia, el no utilizar los equipos con las normas de seguridad correctas, tanto el paciente como el trabajador están en alto riesgo de recibir altas dosis de radiación.
“Un mal uso del equipo a la hora del diagnóstico ignorando alguna zona afectada, puede desencadenar en el paciente que el futuro tendrá un cáncer más avanzado, algo que solo podrá ser tratado con quimio, radioterapia o una cirugía radical”.
Expresó que al formar parte de Red Latinoamericana para la Educación y la Capacitación en Tecnología Nuclear (LANENT) y de la coordinación de educación y capacitación de la Federación de Radioprotección de América Latina y el Caribe (FRALC), impulsando la cultura en protección radiológica no solo en Venezuela sino en todo el continente, se están dando pasos en la dirección correcta.
“Tenemos una idea transversal en este tema que va desde el trabajador de la salud que manipula los equipos, pasando también por la toma de decisiones de las propias juntas directivas de hospitales y clínicas, los cuales tiene responsabilidad legal según las normativas legales de nuestro país, lo cual incluye que tengas los planes adecuados y ajustados a los nuevos tiempos”, afirmó el especialista.