Desde el primero de mayo el salario mínimo en Venezuela es de cuarenta mil bolívares (dos dólares en el día de hoy), una cifra irrisoria porque según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) eso es lo menos que gana un trabajador diariamente en el mundo.
El señalamiento es hecho por el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS), a través de una declaración solicitada por elimpulso.com.
Con esos 40 mil bolívares es imposible que una persona pueda satisfacer las necesidades básicas de su familia, ya que
según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA), la canasta alimentaria para finales de julio era de 3 millones 500 mil bolívares. Y la canasta básica total (además de alimentos, incluye bienes y servicios), es de 5 millones de bolívares. La de agosto debe tener un incremento, como es natural suponer por el aumento de precios experimentado este mes.
Pero, en base a las cifras anteriores, un trabajador tendría que devengar 87 salarios mínimos para adquirir los alimentos de su familia y 125 salarios mínimos para, además, pagar bienes y servicios.
Maduro, quien pregona ser el presidente obrero y que también se dice haber sido dirigente sindical, no discute contratos colectivos. Aún más, los ha desconocido durante su gestión. Y es el responsable de 4 millones de trabajadores de la administración pública, quienes son los que devengan ese salario mínimo.
Porque en el sector privado ha sido flexibilizado ese salario, ya que hay patronos que lo han incrementado mediante el otorgamiento de bonos. Una cadena de farmacias está pagando trescientos mil bolívares adicionales en bonificaciones. Y hay otros que han aumentado los salarios hasta más de quinientos mil bolívares.
Conviene señalar que la OIT ha dado a conocer en su último informe que existen 700 millones de pobres, los cuales entran en esa calificación porque sus ingresos oscilan entre uno-dos dólares a treinta dólares por día.
Doscientos de ellos están entre los que tienen un ingreso de uno a dos dólares por día, que viene siendo lo que establece el decreto de Maduro sobre el salario mínimo venezolano. Es un récord mundial, pero el más negativo, porque Venezuela viene siendo el último país del universo que tiene el salario más bajo. Y todavía pretende que nadie le critique su comportamiento antiobrero y antihumano, expresa la organización.
Por la mala calidad de vida es que ya hay más de cuatro millones de venezolanos en el exterior, miles de los cuales se encuentran en situación crítica en la frontera colombo-ecuatoriana en estos instantes.