Una junta de expertos en corrosión, docentes todos de la Universidad Lisandro Alvarado realizaron este domingo en horas de la mañana una visita técnica de evaluación del monumento al Sol Naciente, obra emblemática del maestro Carlos Cruz Diez y uno de los más notables iconos de la urbe Barquisimetana. Advierten que cuanto antes debe detenerse el letal efecto de la corrosión en los paneles que constituyen la obra.
La opinión de los calificados profesionales se determinó que en este momento la progresiva corrosión de las estructuras de sustentación de la obra, representa el enemigo más letal y agresivo del monumento, por lo cual deben adoptarse a la brevedad todos los correctivos posibles para evitar un deterioro mayor. Existe un riesgo probable que algunos de los paneles de la Cromoestructura Radial en Homenaje al Sol Naciente, pueda venirse abajo, y causar daños mayores.
Convocados por el Consejo Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto y la Comisión especialmente designada para abordar este problema los docentes Rosa Malavé, Emilia de Partidas, María Alice Olavarrieta, Elvick Gómez y Humberto Bolognini, recorrieron el espacio de la redoma donde se asienta la obra, y determinaron que su primera conclusión es sugerir que el proceso de deterioro y corrosión que avanza en esta obra debe ser detenido a la brevedad posible.
De todas las valoraciones, expresadas en la autorizada palabra del Doctor en la especialidad – doctorado en LUZ- Humberto Bolognini es que lo recomendable es determinar una técnica de limpieza de los paneles, un diseño especial de los materiales que se utilizarían en la restauración de la obra, así como un protocolo específico de la aplicación de las técnicas que se sugieren para la restauración del monumento.
Hay carencias y precariedades muy notables en la última restauración que se realizó a la obra, las cuales demuestran que la misma fue pintada en la misma forma en que alguno de nosotros pintaría la puerta de su casa. Advierte que esas acciones por muy bien intencionadas que parezcan, deben evitarse a toda costa, si realmente queremos preservar la majestad de esta obra de arte. Urge el diseño de toda una ingeniería para proteger la estructura y el color, dijo con certera claridad el doctor Bolognini.
Reconocen igualmente que el tiempo de vida útil del revestimiento de los panales venció hace ya algún tiempo, por la cual esa situación deber ser revertida a la brevedad posible. Debe hacerse porque el revestimiento del metal ya no existe, y eso permite que los agentes externos, aire, agua, oxigeno, así como la intervención humana, deterioren agresivamente la monumentalidad de esa obra.
En igual forma advierten los expertos que en ausencia de un riguroso plan de mantenimiento y restitución de la pintura, el avanzado deterioro de la obra, pudo haberse evitado. Solo hacía falta, un programa sistemático de limpieza de los paneles, y eso ni siquiera eso fue posible. La colocaron allí, y se olvidaron de su mantenimiento y permanencia.
Los materiales de que está constituido cada panel demandan por lo menos 3 tipos de revestimiento, los cuales al ser aplicados deben respetar un protocolo muy preciso para su ejecución. Así como la composición química de los revestimientos para una mayor duración y resistencia a los agentes del ambiente. Además de esa intervención, sugieren los expertos la adopción de políticas públicas que normen el uso de esos espacios.
Hay que generar campañas educativas dirigidas a la ciudadanía de cómo deben comportarse en un ambiente abierto e interactivo como el diseñado por el Maestro Cruz Diez. En eso, las autoridades regionales tienen un alto grado de responsabilidad a la hora de diseñar, programar, acciones en los espacios de la obra.