Decenas de problemas cervicales, dolencias en los huesos y piernas son el día a día de los habitantes de la comunidad Raúl Leoni desde hace dos años debido a que el agua ya no pasa por las tuberías del sector.
Hace más de 700 días que la señora Alicia Hernández dejó de ver salir el agua por el grifo de su lavaplatos. Esa situación la llevó a hacerse de un tobo y una manguera, y caminar hasta el cementerio de Los Rastrojos para llenarlo y posteriormente surtir el tanque de su casa.
Esta escena se repite en los integrantes de las 750 familias que conforman la comunidad Raúl Leoni, perteneciente a la parroquia Cabudare, de Palavecino.
Por más que han reportado el caso a Hidrolara de todas las formas que conocen, los moradores de este sector afirman que la acción de la empresa estadal solo ha llegado hasta una simple visita a la comunidad. Es por ello que claman con urgencia la atención contundente y beneficiosa de parte de la Gobernación de Lara o la Alcaldía de Palavecino, a cuyas representantes, Carmen Melendez y Mirna Vies, -respectivamente- no han visto por las calles de la zona.
“El problema de nosotros también tiene que ver con que no sabemos ya a dónde ir porque uno no sabe por donde pasa la Alcaldesa ni la Gobernadora, ni dónde encontrarlas. No las conocemos”, sentenció el señor José Ardila, quien cuenta 76 años de vida y carga el agua con tobos hasta su casa desde hace dos años.
Agua en el cementerio
La opción que han encontrado estos palavecinenses es caminar a diario al Cementerio de Los Rastrojos, donde opera el hampa desmedidamente y el monte supera el metro y medio de altura, para llenar todos los recipientes que pueden y, de esa forma, tener agua para cocinar, bañarse o limpiar sus baños.
Consideran inhumanas las condiciones en las que han sido obligados a vivir, además de injusto, por cuanto abundan personas de la tercera edad y niños en la comunidad.
Basura y huecos a montón
Otra de las situaciones que más afecta a la comunidad de Raúl Leoni es la poca recolección de basura y la gran cantidad de huecos que ‘plagan’ las calles, condición que además es visible en todo el municipio Palavecino.