Sumar los altos precios con el poco poder adquisitivo de los barquisimetanos, da como resultado que éstos comiencen a manejar estrategias para adquirir la lista escolar de cara al año escolar 2019- 2020.
Comprar ‘de a poco’ es una fórmula aceptable para hacer frente a los altos costos de los artículos escolares y los uniformes.
Los padres de niños y adolescentes en edad escolar optan por comprar cada semana un cuaderno, un lápiz o sacapuntas, en costo accesible para no dejar a sus hijos sin las herramientas necesarias para estudiar, sin embargo el panorama con los uniformes es más dificil.
De éstos, la inversión más costosa es el calzado, el cual se consigue desde 46.000 bolívares hasta poco más de 200.000 bolívares dependiendo la calidad y tienda donde se compre.
Calzado y cuadernos
En cuanto a la lista escolar, los padres consultados por Elimpulso.com han estado comprando desde el mes de junio artículos como cuadernos, lápices, sacapuntas, colores y morrales, pues manifiestan que no tienen la capacidad económica para comprar todo como lo hacían en años pasados.
Yenny Miquelena contó que cada semana compra uno o dos artículos de la lista de últiles de sus hijos, para lograr reunir todo cuando inicie el año escolar. No obstante piensa comprar un solo par de zapatos de color negro que le sirva a su hijo tanto para sus clases diarias como para los días de deporte, pues no le ancanza para comprar los dos pares (casual y deportivo) que solía comprar en años anteriores.
En algunos comercios se pueden encontrar ofertas que incluyen combos contentivos de morral, cartuchera y lonchera por 150.000 bolívares.
Mayerlin Sivira indicó que en su tienda han tenido buena salida los artículos que ofrece en combo, pues para los compradores es una oferta accesible. «En años pasados se vendía mucho, pero con esta situación uno debe buscarle la vuelta a los clientes porque los precios están muy altos», resaltó la vendedora.
Para Freily Mayurel, las ventas en cuanto a artículos escolares ha bajado considerablemente y su negocio se mantiene vendiendo carpetas, hojas blancas y haciendo fotocopias. «Hay pocos proveedores y eso hace más difícil la variedad para ofrecer al cliente», apuntó el venderdor, quien agregó que la falta de electricidad en el día y de puntos de venta agrava la situación.