Ante la proliferación de negocios que ofrecen recarga de agua potable a la población larense, el Colegio de Médicos del Estado Lara alerta sobre la potabilidad de ese producto, al cual, asegura su vocero, René Rivas, no le hacen el debido control por parte de la contraloría sanitaria de la región.
No obstante los dueños de estos negocios ofrecen una ámplia garantía sobre la purificación del agua que venden, puesto que aseguran, en el proceso intervienen minerales que eliminan cualquier elemento contaminante.
«No hay un seguimiento ni contraloría por parte del Gobierno. Solo sabemos que son sometidas a un proceso de purificacion a través de maquinas, pero no se conocen las características físico-químicas del producto final que se le vende a la población en botellones al detal», expresó con preocupación el galeno.
Rivas indicó que en repetidas ocasiones el agua que está represada en Lara y que se distribuye a través de Hidrolara, no está completamente apta para el uso y consumo del ser humano; y esa es la misma agua con la que trabaja cualquiera de esos negocios.
Esa tesis, la confirmaron los vendedores, quienes contaron a Elimpulso.com que han tenido que desechar el agua de todo un cisterna, pues prefieren hacer eso a pasarla por el proceso de purificación por cuanto se ponen en riesgo los equipos. Entonces, adquieren otro cargamento de agua en mejores condiciones para procesarlo.
Hazañas para conseguir agua
El desabastecimiento del agua en el Estado Lara ha llevado a los ciudadanos a recurrir a medidas extremas para que el líquido no falte en sus hogares. Las hazañas van desde acudir a diario a una estación de rebombeo de Hidrolara para llenar todos los recipientes posibles, a buscarla en los ríos cercanos a la ciudad, hasta hervirla o pagar una recarga de agua purificada.
Ésta última opción se ha vuelto una de las más populares, debido a la accecibilidad en el costo frente al del botellon sellado que han ofrecido empresas en la región durante años. En contraste, la recarga de 18 litros de agua se paga en menos de 5.000 bolívares, sin embargo el costo por el de las marcas establecidas ronda los 15.000 bolívares.
Para los consumidores esta es una alternativa atractiva; y aseguraron no tener quejas sobre el producto.
Jairo Aponte prefiere el agua recargada puesto que le agrada el sabor y confía en el proceso de purificación que le ofrece su proveedor de recarga. Además afirma que no ha tenido enfermedades estomacales desde que consume esta agua.
Por su parte, Nelci Linárez asegura que el agua recargada le resulta más dulce que la que ofrecen en botellones sellados y más saludable que el agua proveniente de las represas y que distribuye Hidrolara.
Recomendaciones
Pese a las garantías de potabilidad que ofrecen los dueños de los negocios de recarga de agua, dada la alta tecnología con la que aseguran trabajar, el especialista en salud pública, René Rivas, recomienda que los usuarios hervir toda el agua que adquieran, pues es la mayor garantía de eliminar las bacterias remanentes de cualquier proceso de purificación, a fin de evitar enfermedades estomacales y diarreas.
