Creer crea realidad dijo William Lamroy y eso justamente es la fijación que tenemos muchísimos habitantes, creemos cual va a ser el resultado, que sin duda se espera, no dudemos que será beneficioso para todo el país, aunque para muchos la angustia y la desesperación lo conducen a acusar el tiempo, que no es más que una excusa y no piensan que el tiempo de Dios es exacto, pero es tanta la inquietud que más del noventa por ciento (90%) de la ciudadanía está a punto de la locura y en la puerta del averno, con gran temor de convertirse el núcleo familiar en harapientos, en una marabunta de fibromialgia, como si fuese esto un trofeo, ni esperado, ni bien recibido, cosa de los ideales desviados, que jamás dan pie con bola, aparte de que casi han logrado convertir una nación de gente jocosa, alegre, bonchona, animados, ocurrentes en una nación de transidos como otro premio al bueno para nada.
Apostamos unidos por el bien de todos, a una buena elección y selección de quien sea, al que le toque tomar las decisiones en nuestro patria, ser muy selectivo y sin pasiones a la hora de elegir quien o quienes van a manejar las políticas económicas, donde todo el que quiera y desea ser un activo para el país, encuentre el camino con facilidad y no se tropiece con tantos obstáculos, trabas a la hora de que toda la fe y buena voluntad desea poner su creatividad y su capital a la orden de un país, que le respeten sus ideas, inversiones y sus propiedades no corran peligro y que no sean atractivas para los taimados y los que le gusta una vida pomposa, amparados por la ley del menor esfuerzo o sea aquel popular decir “Cachicamo trabaja para Lapa” a esos hay que decirles y creo sin dudas que llego el momento de contestarles “pá’ lapa madrugadora perro que duerme en la cueva», pero ese no es el caso, nuestra patria tiene que volver muy pronto a su idiosincrasia noble, decencia, temor a las cosas que no sean de altura, temor a la avaricia, frenar las tentaciones, pensar antes de hacer daño y sin egoísmo a la humanidad, que todos somos hijos de Dios y tenemos derechos a todas las necesidades prioritaria, sea de la doctrina e ideas de su preferencia, no olvidemos que la buena gente se fortalece intensamente, así sea muy fuerte la tempestad.
Estas y tantas anomalías que nos lleva por un barranco, siendo un país rico como lo es Venezuela, siempre que haya un poco de buena voluntad sale rápido de este catastrófico desastre, que en mala hora nos metió en un atolladero y sin anestesia, hasta el más inocente que son los niños y los adultos mayores que fueron buenos profesionales, decentes, útiles en todos los sentidos y formalidad, impecables, hoy sobreviviendo en la mayor pobreza y vendiendo hasta los zarcillos de la abuela para mal alimentarse, esto es una de las cosas más crueles que estamos viendo, siendo un país muy rico, con un poco de humildad los culpables deben reflexionar y consultar, como lo hace todo el que desea aprender, aparte de que han sido muy generoso con ellos y deben sentirse felices de devolver con creces los favores recibidos, ponemos un solo ejemplo, caso que es digno de admiración, como es el caso de Bolivia, que respeta y aplaude las ideologías implantadas, pero no las comparte, ni las pone en práctica pero le saca beneficio; este país hermano que había tenido muchas carencias antes de que comenzara el gobierno de Evo Morales, quien al principio todos los Bolivianos y el mundo que era un presidente izquierdista, destructor y enemigo principalmente del sector privado y productivo, destructivo de la creatividad, enemigo acérrimo de los hacedores en positivo y adepto a los destructores; pues se equivocaron todos, es un país en estos momento cómodo, bajó la pobreza, tiene un buen crecimiento económico, esta solvente, tiene credibilidad y buena alianza con la agricultura, la ganadería y el empresario en general, industrias, bancos, tiene garantía y su propiedad no está amenazada y su mejor aliado son esos sectores que producen, generan divisas y puestos de trabajos, por ello no tiene nada de raro que repitan en estas próximas elecciones ni creo que se le va hacer muy difícil si el conglomerado y el sector productivo lo que más le urge es lo más sencillo y normal de todos los países que aspiran un gobierno que respete las normas, menos intervencionistas y entrometido en lo que no saben.
Para todos el país pensante y que busca el bien para todos, es difícil entender que mientras los países vecinos y hermanos apuestan a la productividad, al desarrollo integral sobre todo en el sector primario e industrial, como el caso de nuestro patria, que la agricultura y la ganadería va en franco retroceso, tristemente vemos que aquí en este rico país, en el caso de la industria según datos indiscutibles de los estudiosos de un poco más de 13 mil industrias, solo quedan trabajando a un treinta por ciento (30%) de las dos mil quinientas (2500) que quedan, eso es muy duro e inaceptable hasta en la República Federativa y Democrática del Congo cada día aumentan a rayos luz el empobrecimiento del campo y la agricultura, ese debe tener prioridad, quien produce el alimento debe tener bondades especiales que le animen a que sus esfuerzos no sea suspiro al aire por ello el deseo de que quienes toman las decisiones no sigan matando la razón y dejar de pensar que todo el que produce es su adversario, no señor, es su aliado y juntos deben apostar a un país que cubra holgadamente todas sus necesidades.
Recientemente vemos países como Argentina y otros, donde el gobierno con gran razonamiento y por el bien todos baja casi a cero los impuestos, abre y amplia la cartera de crédito, a su vez la aumenta para todo el sector primario, agrícola y ganadero y le apertura el camino a una productividad sin límites y preguntamos ¿qué pecado tan grande ha cometido el sector primario de este país que le cercenaron todos sus derechos y le coartan la creatividad, la voluntad y respeto a su vocación? Convirtiéndose en indolentes tan perfectamente necio como los filósofos de la nada, que todo lo contradicen, debemos apostar por que seamos un país unido, vigoroso y que quepamos todos, seamos fuertes y cualquiera que sea la tarea hacerla, corazón caliente, animo que arde y cabeza fría.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán