La industria venezolana del calzado está operando a sólo un 15% de su capacidad instalada, debido principalmente a la merma del poder adquisitivo del venezolano, lo que ha afectado en forma dramática el desarrollo del sector, caracterizado por elaborar productos de primera calidad en Venezuela y en América Latina.
Al suministrar la información, el presidente de la Cámara Venezolana de Calzados y sus Componentes (Cavecal) Luigi Pisella, quien señala que el deterioro en el poder adquisitivo se ha reflejado directamente en una disminución en la venta del calzado y por consiguiente la capacidad de producción de esta industria.
Destacó que el problema de este gremio no recae en la producción nacional, porque la industria tienen la materia prima y la capacidad para producir mucho más, pero la caída del consumo no permite que se incremente la producción, ya que en estos momentos el consumo promedio del venezolano es de un par de zapatos al año, lo que refleja una disminución drástica, ya que anteriormente su capacidad de compra era mucho mayor.
Admite que la ineficiencia en los rendimientos en la elaboración del calzado, se debe a que están trabajando a un 10 y 15% de su capacidad instalada, por lo que los costos resultan mucho más elevados y no se puede aplicar la economía de escala.
Indicó que hay otros factores que también inciden en este comportamiento de la industria del calzado, como es el caso de las fallas de electricidad, así como la reducción de la jornada laboral, lo que ha contribuido a que entre un 10 y un 20% de las fábricas de calzado en el país hayan cerrado en lo que va del 2019, lo cual se traduce en que solo están operando unas 200, mientras que en el pasado reciente operaban unas 500 fábricas.