Las estrellas se cuentan por millones de millones en las galaxias. El Sol es una estrella amarilla de la galaxia Vía Láctea. Las estrellas mediante procesos termonucleares se ocupan de transformar unos elementos en otros. El Sol, por ejemplo, transforma hidrógeno en helio. Estos procesos de transformación en las estrellas generan y liberan energía, energía que vierten al espacio del Universo. La energía que llena el espacio es producida por las estrellas; es energía estelar. Esta energía tiene sus propias características: es pura, sin mezcla ninguna; es neutra, condición muy particular, porque la gravedad no la afecta. Su neutralidad se traduce en una poderosísima fuerza que permite que las galaxias con sus estrellas y otros tantos cuerpos ponderables, usen esa poderosísima fuerza como sostén de sus cuerpos para mantenerse suspensos en ella. Esa fuerza, además, permiten que se desplacen y roten en sus órbitas.
La energía neutra es invisible, no inflamable, ni genera iluminación. Por estas condiciones, el espacio es oscuro, una eterna noche, y, sumamente frío. En síntesis, el espacio del Universo por esas característica de la energía que lo llena, es el medio en donde toda la materia de las galaxias en particular, y toda la materia del Universo en general, constituida en cuerpos ponderables, se moviliza en el espacio por ella; desplazándose cada cuerpo en particular por sus propias órbitas.
Es una condición muy especial que la energía que llena el espacio mantenga en un estado de flotación a los cuerpos. Y que todos ellos, de modo individual, se movilicen mientras rotan y se desplazan en sus órbitas. Esta energía neutra ingresa a la masa de la materia en el espacio, y pierde por este fenómeno de ingresar, la neutralidad. Toda masa es equivalente a su energía; masa y energía son entonces una. Es la energía que todos conocemos con el nombre de “energía eléctrica.” No siendo pesada la energía, asume el peso de la masa; se polariza, es decir, asume igualmente dos fuerzas: una positiva y la otra negativa. La polaridad y sus fuerzas las adquiere en el momento de ingresar neutra a las partículas de la masa. El fenómeno obedece a la estructura de la masa de la materia. Como se sabe toda partícula de masa está constituida de modo general: por el protón positivo y los electrones negativos. La energía, pues, al ingresar se distribuye para polarizarse y asumir las dos fuerzas: la que ingresa por el protón se convierte en positiva, y la que ingresa por los electrones se convierte en negativa.
Carlos Mujica
@carlosmujica928