La informalización a la que se enfrenta el sector terciario se está convirtiendo en un castigo en todo el país, para consumidores y productores por igual, de acuerdo con las conclusiones del primer Directorio Regional de Consecomercio, correspondiente al período estatutario 2019-2021, realizado en la Cámara de Comercio de La Guaira.
El organismo gremial precisó que la referencia más visible, sin duda alguna, es la que se ha venido presentando con la vigente anarquía tributaria y la ausencia casi absoluta de servicios públicos. Y es así como luce “duro y terriblemente dañino” para el sector terciario, que el Banco Central de Venezuela esté ausente del caso, mientras que el Tribunal Supremo de Justicia asume la potestad de dejar sin efecto la decisión de la Alcaldía de Chacao de convertir al dólar en un recurso de pago ciudadano, y la Alcaldía de Libertador convierte al “Petro” en un elemento válido para ejercer su cobranza tributaria municipal.
No se entienden los procedimientos, la formalidad de las normas se modifican respondiendo a dependencias que no les corresponde. Y el empresariado, sencillamente, no es atendido, ni comprendido en su propósitos ajustados a las disposiciones, y los consumidores se debaten entre la escasez de bolívares, un dólar paralelo cuyo cambio no se detiene, a la vez que los productores se las ingenian para flexibilizar sus ventas.
Consecomercio ha dicho, una y otra vez, que en inflación, recesión y contracción económica, los ciudadanos y las empresas se empobrecen y los Estados cumplen sus obligaciones a expensas de ambos contribuyentes. Y es eso lo que hoy está sucediendo en el país, sin que ese doble agente de recepción se ocupe de atacar las causas de la inflación.
Adicionalmente, la reconversión monetaria, que entró en vigencia hace un año, a la vez que no ofrece respuestas convincentes y funcionales para evitar que la hiperinflación siga expandiéndose y el Bolívar desapareciendo, se convierte en un recurso administrativo inclemente para la banca, hoy sometida a la exigencia del encaje bancario y a la imposibilidad a atender financieramente al sector productivo.
Analizar el tema tributario
El gremio empresarial, por otra parte, a la vez que ratifica propuestas ante el Estado en nombre de sus afiliados, para que se analice detenidamente el alcance sectorial del tema tributario y sus repercusiones negativas en empresas y contribuyentes, deploró en Vargas lo que acaba de suceder con las sanciones impuestas a los sectores de la educación privada, estacionamientos y servicios médicos privados.
Para Consecomercio, las autoridades ministeriales de dichos sectores también tienen que evaluar lo que está sucediendo en cada uno de ellos. Su realidad y gravedad, que no es reciente, e impedirle que continúe funcionando, equivale a seguirle provocando efectos negativos a servicios esenciales para la población.
El comercio formal y organizado del país, también hoy agobiado por la caída de las ventas, todavía no tiene claro cuándo es que los servicios básicos de electricidad, agua, gas, aseo urbano, seguridad, entre otros, podrán estabilizarse y ofrecer respuestas satisfactorias al sector terciario, procesador y manufacturero. Mientras tanto, ciertas sanciones no cesan y las empresas son desplazadas libremente por la informalidad, y el incremento de la inflación.