Como “un acto extremo peligroso” considera el Dr. José Machillanda, profesor y fundador de la cátedra Simón Bolívar de la Universidad Simón Bolívar, la posible disolución de la Asamblea Nacional, según el alerta hecha la noche del domingo por el diputado Juan Guaidó, reconocido como presidente de la República por más de cincuenta países.
El exparlamentario Carlos Canache Mata considera que aquí no cabe pensar en intervenciones extranjeras para restaurar la democracia en caso de que tal hecho ocurriera.
Y el más escéptico en la materia es el Dr. Guillermo Morón, autor de la más voluminosa Historia de Venezuela y otras 19 obras, quien considera que de producirse una decisión de esa naturaleza, nada pasará porque Maduro, quien daría la orden, está apoyado por los militares.
Desobediencia e ingobernabilidad
Con respeto a la declaración dada por el diputado Juan Guaidó, si eso ocurriese, estaríamos frente a una nueva arbitrariedad de un régimen que no goza ni de la legitimidad ni el apoyo del 87 por ciento de los venezolanos, dijo el Dr. Machillanda, coronel retirado del Ejército y analista político.
«La Constitución de la República esta vigente, no obstante que el régimen autocrático y militarista la viole consecutivamente. Y esa es la Constitución a la que debemos obedecer. Un acto extremo peligroso sería la disolución del legítimo Poder Legislativo. Con esto, el mismo Nicolás Maduro reta a las fuerzas democráticas venezolanas a que comiencen un proceso de desobediencia, dejando al sistema político venezolano en una extrema ingobernabilidad, en una alta peligrosidad hasta llegar a la violencia política».
Pareciera entonces que esta amenaza o ésta información seria la gota de agua que derramaría el vaso, que ya de por sí muestra una sociedad ahuecada con una gran calamidad política y social, y sobre todo un resquebrajamiento a lo interno del cuerpo armado, en donde hay signos ciertos de desobediencia hacia una cúpula militar llena de almirantes y generales, pero donde no hay capacidad operativa, ni estructura ni organización que pueda ser empleada en contra de unos venezolanos sufridos y perseguidos que tienen todavía el anhelo y la disposición de restablecer la democracia en Venezuela como lo establece la Constitución vigente de la cual tanto se habla y poco se cumple.
El papel de los militares
La única alternativa que puede impedir que sea disuelta la Asamblea Nacional es la intervención de la institución castrense, siempre y cuando cumpla con el rol que le asigna la Constitución, sostiene el Dr.Carlos Canache Mata, quien desarrollara su vida política como parlamentario.
Leí anoche, dijo a elimpulso.com., esa declaración del presidente encargado de la República Juan Guaidó. Si se reúne la Asamblea Nacional Constituyente y aprueba la disolución de la Asamblea Nacional, que es la expresión contundente que dio el pueblo venezolano para escogerla en la fecha que fue convocada para ello, estaría la dictadura actual dando un paso para hacer mas cercana e inmediata su hora final. Crearía con esa decisión una nueva y extrema situación política que conduciría a acciones que se desplegarían en el escenario interno como se generaría también nuevas expresiones en el escenario internacional. En el momento en que doy estas declaraciones, faltando diez minutos para la mañana de hoy doce de agosto, todavía no se ha producido el zarpazo anunciado.
Tomando en consideración la advertencia reiterada de Donald Trump, de que todas las opciones están sobre la mesa, ¿cree que la disolución de la Asamblea Nacional sería motivo para una intervención militar en Venezuela?
-Yo nunca he sido partidario de una intervención militar extranjera. Sólo al amparo de una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, si así lo resolviera, podría haber una intervención militar foránea sin violentarse el derecho internacional, pero como sabemos esa posibilidad es prácticamente imposible, porque China y Rusia disponen del derecho de veto en ese organismo, el cual harían efectivo si llegare a plantearse tal intervención. Otra alternativa sería la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) del cual Venezuela venia separado del año 2012 por decisión del gobierno de Chávez, pero que ahora por voluntad de la Asamblea Nacional se acordó nuestra reincorporación al mismo. Sería una vía que no violentaría el derecho internacional, pero habría primero que esperar la opinión y la decisión de los países que suscribieron dicho tratado. La última alternativa que quedaría para restablecer la constitucionalidad e impedir el zarpazo contra la Asamblea Nacional seria que la fuerza armada nacional cumpliera con el verdadero rol a favor de las instituciones del país, que le asigna el artículo 328 que le asigna nuestro texto constitucional.
Aquí no va a pasar nada
El Dr.Guillermo Morón, historiador ampliamente conocido y respetado, es muy directo en sus expresiones:
En Venezuela siempre ha habido golpes de Estado, que han tumbado al gobierno y disuelto a los otros poderes. Ahora, si el gobierno es el que disuelve a la Asamblea Nacional no pasa nada.
«Porque aunque el presidente de los Estados Unidos ha dicho sobre nuestro país que todas las opciones están sobre la mesa, invadir en este tiempo sería una guerra, porque las fuerzas armadas tendrían que oponerse a una invasión . No creo que pase nada. Todas las amenazas son amenazas. No está planteada una guerra. Guaidó tiene que quedarse quieto. No soy adivino, pero Maduro se queda ahí hasta la muerte. El gobierno está apoyado por las fuerzas armadas y por eso nada pasará. Tenga la seguridad de que no va a haber intervenciones como en el siglo 19. En Venezuela, no. Y en el continente americano, tampoco. Y no va a haber una tercera guerra mundial por Venezuela».