La muerte de un venezolano en Colombia es mucho más doloroso para sus familiares #12Ago

-

- Publicidad -

Morir en Colombia es un hecho no solamente doloroso para los familiares de un venezolano, sino muy complicado  asistir al sepelio y no poder repatriar los restos para darle eterna sepultura.

La experiencia fue vivida por el exdiputado Pedro Pablo Alcántara y demás parientes de Luis Emiro Alcántara, de 63 años, técnico en mecánica diesel, quien desde hacía cierto tiempo residía y trabajaba en San Alberto, a tres horas de Bucaramanga, en el departamento del Cesar.

- Publicidad -

Este trabajador valenciano había tenido que irse del país a raíz de la crisis económica, que obligó a cerrar las puertas de empresas de la capital carabobeña. Perdió su trabajo y fue a buscarlo, donde ya sus excompañeros de labores se encontraban bien establecidos, por lo que le resultó fácil continuar sus faenas como lo hacía en su tierra natal.

Tras sufrir quebrantos de salud, Luis Emiro Alcántara dejó de existir la semana pasada y tan pronto se conoció la noticia comenzó el calvario para sus familiares, quienes tuvieron que trasladarse al vecino país para darle la última despedida.

Hubo que trasladarse, durante más de treinta y seis horas horas entre ida y venida, para llegar hasta San Alberto, un pueblo que carece de cámara de refrigeración para resguardar los cuerpos de los fallecidos y tampoco dispone de funerarias que puedan cremar los cadáveres.

Desde Caracas o Valencia, de donde partieron los familiares del fallecido, tuvieron que viajar a Cúcuta y de ahí a Bogotá, para luego trasladarse a Bucaramanga y, posteriormente, llegar a San Alberto.

En pueblos como éste, donde es muy alta la temperatura, parecida a la de Maracaibo y donde no es posible soportarlo con aire acondicionado, los cadáveres tienen que ser enterrados en el menor tiempo posible.

Y es por ello que se hace desesperante llegar hasta la funeraria para ver por última vez  al ser que expiró lejos de sus seres queridos.

Según las leyes colombianas, para exhumar los restos hay que esperar cuatro años, motivo por el cual la repatriación de una persona fallecida en aquellos lares es difícil. Y el dolor se acentúa y es más profundo porque queda muy lejos el cementerio a donde se le podrían llevar unas flores y  encenderle una vela por el descanso de su alma, como se acostumbra hacerlo en nuestra tierra. 

Es el triste ocaso de un venezolano en Colombia.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

Niveles de represión contra periodistas preocupa a la Sociedad Interamericana de Prensa

SIP denuncia aumento de detenciones contra periodistas en Venezuela #13ene

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha alertado sobre un preocupante aumento de la represión contra periodistas y activistas en Venezuela. En un comunicado, la organización denunció la desaparición forzada del periodista Carlos Correa, director ejecutivo de Espacio Público, como el último ejemplo de la escalada de hostilidad contra la libertad de prensa en el país.
- Publicidad -

Debes leer

Estudiantes de la UCLA realizan misa por la libertad de Carlos Aponte #18Ene

Una misa se llevó a cabo en el Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, donde estudiantes, profesores y personal administrativo se reunieron el viernes para elevar una plegaria por la pronta liberación de Carlos Aponte, un joven de 24 años que cursa estudios en esta institución y fue detenido en Yaritagua el pasado 9 de enero.
- Publicidad -
- Publicidad -