Es una “victoria pírrica” haber logrado frenar temporalmente la inflación asfixiando a la banca y a las empresas o la personas que necesitan financiamiento bancario para atender alguno de sus problemas, aseguró la economista Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera al referirse a la situación actual de la economía y al encarecimiento del dólar.
Recordó que a pesar de la política monetaria restrictiva que aplicó el régimen de Maduro, eliminando el crédito bancario con la intención de frenar el alza en el tipo de cambio en el mercado paralelo, en el mes de julio se produjo una depreciación en el tipo de cambio de 58% lo que está teniendo una incidencia en los precios, advirtiendo que se ha quebrado la tendencia de la desinflación y para julio y agosto estaremos nuevamente con una inflación por encima de 50% mensual.
“Estamos observando esta percepción generalizada de esta depreciación tan fuerte, se desencadenó hace un par de semanas, después de un gasto descomunal que entró al torrente financiero, a pesar de esta muy restrictiva política de encaje que quiere retirar los bolívares para qe no se vayan a la compra del dólar y entonces, presionen su precio al alza; pero de alguna manera, en esa semana se erogó más de 1 billón de bolívares soberanos, que inevitablemente estos recursos fueron a presionar al dólar, porque hay una razón de fondo básica, siempre presente cuando tienes un conjunto de políticas económicas que no llaman a confianza, cuando subyace un entorno de mucha intervención, de amenazas, así no estén presentes en este mismo momento, es parte de lo que ha quedado a lo largo de los años, entonces la tendencia natural y más en un contexto de hiperinflación, es que cada bolívar vaya a las necesidades esenciales, y si por alguna razón, temporalmente sobra algo, va a ir a buscar un dólar, este es el comportamiento de un consumidor y también el de un empresario que recibe un crédito, que le pagaron una deuda, antes de ir a comprar los insumos y de que estos estén disponibles, inmediatamente lo convierte en divisas para protegerlo de la erosión que la inflación hace sobre el valor del bolívar”.
Explica que lo que ha pasado en las últimas tres semanas, es que después de ese salto descomunal, el tipo de cambio ha ido creciendo, pero cada vez con menor fuerza, pero en total en el mes de julio, representó, a pesar de la cruenta política monetaria, una depreciación de ese dólar de 58%, lo que quiere decir que vamos a ver un quiebre, en la tendencia que había logrado el gobierno, de producir una desinflación, es decir que la inflación fuera cada vez menos intensa. Recordó que la inflación que había era superior al 100% mensual a finales del año pasado y a principios de este año, hasta 200% porque el r{egimen subió en forma brutal el tipo de cambio oficial y después de eso, con la severidad de esa política monetaria, empezó a desacelerar y comenzamos a ver inflaciones incluso hasta de 24% lo cual auguraba una salida de la hiperinflación de esa escala.
Desinflación inestable
“Pero lo dijimos cada vez que nos preguntaron, que esa era una desinflación inestable, y lo decíamos porque precisamente acabamos de ver el fenómeno en julio, que destapa nuevamente la depreciación, no hay confianza que es una variable muy nerviosa y la segunda razón, es que además el régimen está abiertamente en una campaña electoral, sabe que en algún momento, aunque no se sepa la fecha, la habrá y ha comenzado a tener que gastar más, y tiene un problema muy grave, y es que la economía está tan deprimida, tan prolongadamente deprimida, que no puede recaudar los impuestos suficientes por que la actividad económica no ha hecho sino encogerse, entonces se recurra el famoso pecado capital, de decirle al Banco Central, dame el dinero, el BCV fabrica el dinero, lo que no podemos hacer nosotros, de allí que cuando vuelves a acelerar esa maquina vas a volver a acelerar el crecimiento de los precios”, dijo la especialista.
Explica que esta desaceleración de la inflación, no se produce por saneamiento económico, sino que estamos en presencia de un fenómeno que los economistas llaman “ una baja demanda de dinero” , señalando que nadie tiene la intención de guardar los bolívares por que no tienen la facultad de preservar el valor, de manera que el que tiene que ahorrar, no lo hace en bolívares, y ese resultado de baja o casi nula demanda de dinero, no es sino el reflejo de todo el conjunto de medidas y de percepciones de la población, sobre la realidad nacional y entonces lo que hace, es que sigue socavando la confianza en la moneda nacional y por lo tanto se busca refugio en otra moneda .