Las fuentes de la mitología son principalmente los textos de los autores clásicos, cuyas versiones a veces contradictorias revelan los cambios que con el transcurso del tiempo y la incesante mudanza de las cosas sufrieron las tradiciones mitológicas.
Desde el punto literario, poético y cultural, en sus mitos, leyendas y tradiciones Homero y Hesíodo con más de novecientos años atrás, en sus diálogos se muestran sencillos y en sus estilos singulares, con valores tan artísticos y atractivos que a pesar de los siglos transcurridos sus creaciones siguen siendo de primer orden. Sus poemas encierran trozos de pulcritud, lejos de la redundancia, repetición y falta de arte. De allí que aún se mantengan a la cabeza de los mejores: Hesíodo como interprete de la naturaleza, Homero como pintor de las luchas y pasiones del hombre.
Hesíodo cultivador de la poesía didáctica, comprensible, pedagógica. A él se le atribuye la Teogonía (genealogía de los dioses, de los trabajos y de los días). Síntesis artística y filosófica antológica de su tiempo. «Los trabajos y los días» es un poema que elaboró en forma de calendario, en el que da sabios consejos sobre labores del campo, también sobre el universo y destino del hombre.
Según la mitología, anteriormente la raza human era feliz, vivía libre de enfermedades y dolores, pero cuando Pandora destapó la caja de los males surgió lo fatal y los azotes que se extendieron sobre los mortales, quedando en el fondo de la caja la esperanza.
En cuanto al mito de las edades cuenta Hesíodo que al principio habitaban la tierra en tiempo de Cronos padre de Zeus (hijo del tiempo) los hombres vivían como dioses con el corazón libre de preocupaciones, sin fatigas ni miserias, no se cernía sobre ellos la vejez, eran vitales y fuertes tuvieran los años que tuvieran; se recreaban sanamente, morían como sumidos en un sueño, poseían toda clase de alegrías, el campo era fértil y producía abundantes y excelentes frutos, eran bienaventurados a los ojos de los dioses.
Todo eso pasó debido a las ingratitudes del hombre que no le bastaba con ser feliz.
Pandora nombre creado por Hefestos (dios del fuego) por orden de Zeus (el dios justiciero) representado con el cetro en una mano y en la otra el rayo que le robara Prometeo, dando paso a la venganza de Zeus contra toda la humanidad y contra Prometeo.
Zeus elaboró un bello regalo a los hombres que recibirían como premio. Creó a Pandora mujer de perniciosos atractivos como castigo por haber robado el fuego celeste perteneciente a los dioses. Este fuego era uno de los poderes de Zeus.
De manos de Hermes, Epimeteo tomó por suya a Pandora, olvidando el consejo de su hermano de no recibir obsequio alguno de manos de los dioses. Pandora llegó con una caja que contenía todos los males. Surgió la tristeza, la pobreza, la enfermedad, la avaricia, la envidia, la muerte; permaneciendo en el fondo de la caja la esperanza que no muere en el corazón del hombre y hoy es la sólida base en que se afinca la fe.
Hace veinte años Venezuela destapó su caja de Pandora (la revolución) que engendró la destrucción de todo lo bueno que había. Las semillas malévolas sembradas por el odio son la causa del desastre, del hambre, de la desunión y miseria que hoy padece la nación.
«…Y en la caja de Pandora de donde des gracias surgieron, encontramos de súbito que pura cual radiante luz aparece la pulcra y divina reina de luz
¡¡¡La celeste esperanza!!! (Rubén Dario)
Amanda Niño de Victoria
