El régimen, que ha fracasado con todos sus planes de seguridad, nada informa sobre el total de homicidios, robos, hurtos y otros delitos. No hay cifras oficiales.
Este y otros aspectos fueron analizados en la mesa técnica sobre seguridad ciudadana del Plan País, que se realizó hoy en el Colegio de Ingenieros, en el cual intervinieron los doctores Miguel Peña y Abraham Cantillo como expositores.
Las cifras que se conocen provienen de organizaciones no gubernamentales, que han venido trabajando en el análisis y propuestas de solución a la gran cantidad de delitos que se suceden en la región.
Del año 2018 se sabe que ocurrieron 829 homicidios, pero el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) no dio a conocer nada al respecto. Igual pasa con los robos, hurtos, secuestros, extorsión y otros casos.
Si el régimen ofrece algunas cifras, éstas son maquilladas al igual que sucede cuando el Banco Central de Venezuela suministra información sobre inflación o cualquier hecho que tenga que ver con la política monetaria y fiscal del país.
Datos interesantes
El Foro Penal y el Instituto de Criminología han hecho un prorrateo del retardo procesal, según el cual hay 1.500 casos.
Se considera un número insignificante en cuanto a los privados de libertad. Algunos de éstos llevan de cinco a diez años sin haber tenido una audiencia.
El Observatorio Venezolano de Violencia ha estimado en 200 el número de fugas de presos.
En Lara no sólo hay privados de libertad en Uribana sino también en los calabozos de la policía del estado, que no son para mantener a personas en esa situación, ya que no reúnen las condiciones adecuadas para tal fin y, por otra parte, no cuentan con el personal idóneo para cuidar a los reclusos. Y además los tribunales no terminan de dar respuesta a dónde van a enviar a esos presos.
Es de resaltar que en Iribarren hay 176 unidades patrulleras, pero 156 de ellas no pueden ser movilizadas por falta de repuestos, baterías y cauchos.
Hay delitos que se consideran secundarios, pero que no dejan de afectar a la población, como el hurto de cables para extraer el cobre, lámparas, tubería, fibra óptica y cualquier otro. Uno de los hechos que más se siente es el de la comunicación, porque hay comunidades que tienen uno o dos años sin servicio telefónico y de internet, porque fue hurtado el cableado.
Una de las mayores deficiencias que tiene la población es la de bomberos. Apenas existen dos estaciones para más de un millón de habitantes de Iribarren.
La recomendación universal es que haya una estación por cada cien mil personas.