Terribles olores y pacientes desbordados por toda el área de emergencia. Ese es el panorama que se encuentran las personas que van a la Emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda a solicitar atención médica.
En una visita realizada por el equipo de Elimpulso.com a esta área, prevaleció el clamor de los familiares de pacientes internos en la emergencia, quienes condenaron el hecho de que predominen fétidos olores dentro del recinto, situación que les lleva a tener temor por una posible contaminación en el recinto.
Una usuaria, quien pidió resguardar su identidad catalogó como “una pudrición” el interior de la emergencia del Hospital, pues asegura que desde el pasillo hasta el fondo del lugar, se puede ver a pacientes tirados en el piso esperando que los atiendan y a personas con pie diabético, a quienes sitúan en cualquier lugar sin las debidas medidas de higiene.
“Desde que se entra a la emergencia hay un olor muy desagradable, huele a pus y carne descompuesta. No hay camillas para los pacientes y uno al entrar se los tropieza” comentó Soriel Gutiérrez, al agregar que la situación con los insumos no ha mejorado pues el paciente debe llevar hasta los guantes e inyectadoras que usarán los médicos.
Denunciaron que no se aplican las debidas medidas sanitarias para mantener en el mismo lugar a personas con hepatitis, tuberculosis y pie diabético y atribuyen los malos olores a la combinación de estos pacientes en un ambiente poco higiénico.
Pésimo trato
Usuarios del área del Emergencia de éste, el más importante centro de salud de Barquisimeto, se quejaron contundentemente por el mal trato que reciben de parte de los trabajadores del recinto, sobre todo de los porteros y algunos médicos. Afirmaron que los sacan despectivamente y con atropellos del área donde -luego de varias horas- logran instalar a su familiar para que sea atendido.
Derbi Castillo llegó la noche del miércoles al Hospital pero fue hasta la mañana del jueves cuando pudieron ingresar a su mamá, quien es paciente renal. “El trato que le dan a uno aquí es horrible. A mi mamá la ingresaron porque el médico que la vio, ya la conoce porque ella es su paciente, porque del resto no le prestaron atención”, dijo Castillo, quien añadió que desde los baños emanan fétidos olores que empeoran los que ya se sienten desde la entrada de la emergencia.
Por su parte, Solirel Gutiérrez indicó que por orden de los médicos, los porteros de la emergencia la sacaron “como si fuera un animal” cuando acompañaba a su familiar en la emergencia.
Tanto pacientes como Familiares pidieron un poco de piedad a las autoridades del Estado Lara y de la Nación, pues es inhumano el ambiente que a diario se vive a las afueras de la emergencia, donde es sencillo ver a personas sentadas en las aceras y sobre delgadas cobijas que les proporcionan un poco de protección durante la hazaña de pasar el dia y la noche entera en a la intemperie.
