Como cada vez es mayor el déficit fiscal y no hay posibilidades de obtener recursos inmediatos por la contracción económica, el régimen desesperado apela por lo que considera más factible de conseguir impuestos, pechando los grandes patrimonios.
Coinciden en tal apreciación los profesores universitarios y expertos en Derecho Constitucional , doctores Manuel Rachadell y Miguel Soto, consultados por elimpulso.com
Y los dos también consideran que se trata de otro desacierto legal por cuanto se está violentando la Constitución, ya que se está haciendo una discriminación muy particular atendiendo a una decisión política por parte del Ejecutivo Nacional.
Experiencia fallida
Si hubiese sido dictada por un órgano legítimo sí sería constitucional, pero proviene de un aparato que fue creado por el régimen para satisfacer sus demandas en materia política.
Sin embargo, una ley de ese tipo tiende a fracasar porque ya fue experimentada en Europa y no pudo ser aplicada porque, en primer lugar, impide que las grandes empresas tengan incentivos para operar; y, por otra parte, aleja las inversiones hacia otros lugares.
Francois Miterrand, socialista, que ejerció la presidencia de Francia entre 1981 y 1995, pensando que podría obtener mayores recursos presupuestarios impuso una ley contra los grandes patrimonios, pero al año hubo de pedirle a la Asamblea Nacional de su país que la derogara porque había generado tantos problemas de tipo económico y social, que no le quedaba otro camino que hacerla desaparecer.
Y así ocurrió para siempre… A ningún jefe gubernamental o parlamentario europeo se le ocurrió volver a proponer una ley de esa naturaleza.
La que ha aprobado la Constituyente del régimen no sólo es inconstitucional, sino que le quita incentivos a los empresarios y profesionales exitosos se han preparado precisamente para ganar dinero.
Ámbito muy reducido
Ayer la Constituyente cumplió dos años y no ha hecho ninguna constitución como es el objetivo de ése tipo de congreso, porque es evidente que se trata de un parapeto político, que fue conformado para hacer lo que el régimen le pida.
Además, en el país cada día hay menos grandes patrimonios como consecuencia de las expropiaciones, la fuga de las grandes empresas transnacionales y la inseguridad jurídica que se ha instalado. El ámbito de esa ley es muy reducido, pero es posible que no lo hayan entendido los miembros de la ANC, cuyo proceso electoral fue tan fraudulento que la propia empresa encargada de las máquinas de votación, Smarmatic, denunció en el extranjero que se habían incrementado en más de un millón el número de sufragios.
El gran pecado de trabajar
Por su parte, el Dr. Miguel Soto fue directamente al punto al decir que “el gobierno buscó lo más delgado de la cabuya” para incrementar el presupuesto, pero por la delgadez misma del instrumento no podrá alcanzar los recursos esperados.
Soy del criterio de que el que gana más debe aportar más a las finanzas del país y al pago de los servicios. Caso muy concreto es que las tarifas telefónicas son más altas para las zonas residenciales de clase alta y media.
Pero cuando ya no quedan grandes empresas en el país y vemos que los venezolanos que tienen capitales prefieren invertir en el exterior, porque no existe confianza para hacerlo aquí porque no hay seguridad jurídica, ni incentivos, ni políticas que garanticen cierta estabilidad económica, difícil es pensar que ahora sí vendrán las inversiones de afuera.
El gran pecado en Venezuela para este régimen es que haya personas que confíen en que mediante el trabajo se pueda lograr el desarrollo y el progreso del país.
“De verdad que hemos sido un país rentista y lo hemos dejado de ser porque Pdvsa se ha venido al suelo por la irresponsabilidad de este régimen, ya que ha bajado la producción por malas polìticas y por el robo que se ha hecho de los ingresos obtenidos”.
Miles de millones de dólares han sido sustraídos y se encuentran en el exterior. Y son los que hacen falta no sólo para equilibrar, sino para acabar con el déficit presupuestario, ya que éste lo han administrado los jefes del régimen como si nada les importara. Con un nuevo impuesto a los grandes patrimonios será imposible lograr alcanzar recursos que se necesitan con urgencia.