Este domingo 28 de julio, el papa Francisco habló sobre el naufragio del pasado jueves en las costas de Libia que dejó a 110 migrantes muertos y otros desaparecidos, y pidió a la comunidad internacional “actuar rápidamente y con decisión” para evitar más tragedias como estas.
«Me enteré con dolor de la noticia del dramático naufragio, ocurrido en los últimos días en las aguas del Mediterráneo, en el que perdieron la vida decenas de migrantes, entre ellos, mujeres y niños», declaró el papa desde la plaza de San Pedro.
Seguidamente insistió en en realizar un “llamado sincero” al mundo, para que se busquen medidas que garanticen “la seguridad y la dignidad de todos”.
Asimismo, invitó a los fieles presentes en la plaza a reflexionar, rezar, pedir por ellos, sus familiares, y «preguntarle también al Padre ¿por qué?».
La ONU indicó que esta ha sido una de las peores catástrofes en el mar Mediterráneo durante el año, donde unas 145 personas fueron rescatadas, pero otras 110 fallecieron.