Un total de 7.200 reclusos han perdido la vida por hechos de violencia y por enfermedades y más de 2.700 han resultado heridos, desde el momento de la creación, hace ocho años del Ministerio de los Servicios Penitenciarios, aseguró Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, al presentar un balance al cumplirse este 26 de julio, ocho años de la creación de esta dependencia.
Reveló en conferencia de prensa, que el 85% de las muertes se han producido mediante el uso de armas de fuego, mientras que el 15 restante se generaron como consecuencia de problemas de salud, asegurando que esto no puede ser calificado como una “gestión exitosa” de quien está al frente de esta dependencia.
Explicó que las cárceles venezolanas se han convertido en universidades del delito, donde el bueno sale malo y el malo sale peor y la mayoría cuando es puesto en libertad, vuelve a reincidir en los delitos cometidos, advirtiendo que el 57% de la población penal, está bajo el control de los “Pranes”.
Señaló que hay mucha gente en las calles cometiendo delitos, porque una gran mayoría de ellos tienen antecedentes penales, advirtiendo que lamentablemente no existe un control de cuantas medidas, o cuántos presos están bajo el régimen de confianza. Asimismo pide una explicación, porque para finales del 2018 había en las cárceles venezolanas, más de 56.000 reclusos, y como es que en el mes de enero la Ministra habla de 45.000 reclusos en las cárceles, indicando que no se sabe que es lo que ha pasado con 11.000 reclusos.
“Aquí hay una responsabilidad compartida, porque resulta que en los centros penitenciarios, internamente está el ministerio de Servicios Penitenciarios y en el exterior está la Guardia Nacional, aquí cuando hacen una boleta de traslado que la firma el director de la cárcel, este tiene que ir con esa boleta de traslado hasta la Guardia Nacional, para que la GNB autorice el traslado, por lo que aquí hay una complicidad entre el MSP y la GNB, de allí que no se sabe qué cantidad de personas han sido dejadas en libertad en los centros penitenciarios”.
Prado recordó el traslado de 256 reclusos desde la penitenciaría de Alayón, a la cárcel de Tocorón, indicando que nunca se supo para donde llevaron a estos presos, no se saben donde están y el caso se descubrió porque encontraron a tres internos muertos en la vía pública y una de las madres lo reconoció y dijo que había dejado a su hijo en El Alayon, cómo es que está en libertad, como lo van a matar, indicando que luego se dieron cuenta que este traslado con los 256 presos nunca llegó a su destino, preguntándose ¿Dónde están esos presos?.
Señaló que es necesario cumplir con lo que dice la Ley, con lo que dicen los estándares internacionales con respecto al debido proceso, las garantías judiciales, los cumplimientos de penas, la atención de cada una de estas personas privadas de libertad, señalando que la actitud que hay en el Ministerio de Servicio Penitenciario es dañina, recordando que el General Cristopher Figuera denunció que la titular de esta dependencia había solicitado la dotación de 30.000 fusiles, indicando que esta es una materia que hay que tomar en cuenta, por que hay en las cárceles una especie de formación orden cerrado,indicando que hay que tener “mucho cuidado”.
Recordó que el Comité contra la Tortura de la ONU le dijo usted tiene que erradicar este tipo de prácticas en los centros de reclusión; la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos dijo que esto había que prohibirlo inmediatamente, pero le han hecho caso omiso a este este tipo de advertencias.
Señala que el Sistema Penitenciario debe ser manejado con Gerencia, con Experticia y con Disposición, indicando que si se carece de estos tres conocimientos no se puede experimentar con los seres humanos.
