Todos los esfuerzos que hagan falta para realizar elecciones de Autoridades Rectorales, debe realizar la Universidad Simón Bolívar, para recuperar el ejercicio de la democracia, y renovar la gestión administrativa de la institución, de acuerdo con el criterio del secretario de esta casa de estudios superiores, Cristián Puig.
En efecto, cuando se cumplen diez años desde el último acto de juramentación de Autoridades Rectorales en la USB, luego de un proceso electoral que convocó en 2009 a más de 4 mil profesores, estudiantes y egresados en cada una de las dos vueltas de votación, Puig considera prioritario que la Universidad afronte el reto de renovar a sus Autoridades. “La USB tiene que explorar todos los medios que le permitan realizar elecciones de Autoridades. En estos momentos, no pareciera que la USB está haciendo esfuerzos suficientes para que ese proceso se pueda dar”.
Se recuerda que en la Simón Bolívar, tal como ha ocurrido en otras universidades, está impedida de realizar elecciones por una sentencia emitida en 2013 por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, como consecuencia del Recurso Contencioso Electoral interpuesto ante dicha sala por una representación del personal administrativo, obrero y estudiantil de la USB.
La sentencia también ordenó a las autoridades permanecer en sus cargos, de manera transitoria, hasta que se convocara un nuevo proceso electoral. Desde entonces, Puig y el rector Enrique Planchart se han mantenido en sus cargos, mientras que dos autoridades renunciaron y fueron sustituidas mediante designación del Consejo Nacional de Universidades (CNU) por Mariella Azzato, como vicerrectora administrativa encargada (2015) y Luis Holder, como vicerrector académico interino (2017).
Para Puig, desde 2013 se ha impedido el derecho de profesores, estudiantes y egresados a elegir no solo a las Autoridades, sino también a sus representantes ante los consejos. “Ha habido estudiantes que ingresaron a la Universidad y se graduaron y nunca ejercieron el derecho que tienen, de acuerdo con la ley y el reglamento de la USB, de escoger a sus representantes y Autoridades”.
La imposibilidad de ejercer plenamente la democracia implica también, en opinión del Secretario, que los profesores con méritos para aspirar a cargos de Autoridad Rectoral, no puedan hacerlo. “Durante seis años se les ha impedido ese derecho, al igual que el de toda la comunidad universitaria de evaluar y formarse un criterio entre varias propuestas y planes para renovar la gestión tal como ocurre en toda institución universitaria. Desde 2009, no se le ha dado la oportunidad a la comunidad para que se pronuncie, para que opine en un proceso electoral, para que ejerza la democracia”.
Otra de las consecuencias de no poder renovar autoridades, es el desgaste en la gestión luego de seis años adicionales que no estaban previstos cuando se inició en 2009. El Reglamento General de la Universidad Simón Bolívar fue concebido para que la universidad funcionara de manera óptima, y considera que una gestión de cuatro años es el tiempo adecuado para ello. El plan de gestión 2009-2013 ya se cumplió.
El desgaste natural que existe, la difícil situación de la Universidad en medio de la crisis nacional, requiere de esfuerzos mayores, de una gerencia con ideas nuevas. Debe haber una presentación de planes que de acuerdo con la situación actual perfile cómo se gestionará la Universidad en los próximos cuatro años.