La única forma de rescatar a Venezuela es con trabajo honesto y con inversión para generar empleos sustentables, que le permitan entonces a este mal llamado pueblo, que se conviertan en ciudadanos independientes, dueños de su propio destino, donde tengan las oportunidades de lograr sus propios objetivos, eliminando la dependencia del Estado, para lo cual es fundamental el rescate de la confianza.
Quien así se expresa es el nuevo presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, quien se convierte en el más jóven dirigente empresarial venezolano, en asumir la conducción del máximo organismo empresarial del país, para el período estatutario 2019-2021, quien informa para elimpulso.com, acerca de sus planes, proyectos para consolidar la institución, ratificando el compromiso que tiene la empresa privada, de continuar apostando al futuro del país.
Cusanno aun cuando se trata de un hombre joven, tiene una dilatada trayectoria en la dirigencia empresarial, es abogado de profesión, especializado en Derecho Corporativo, viene de ser presidente del Consejo Superior de Turismo, actividad en la cual se desempeña, también fue presidente de la Asociación Nacional de Hoteles de Venezuela (Anahoven) y ya tiene algunos años formando parte del Directorio de Fedecámaras.
Nacido en Caracas, se siente “Barquisimetido”, ya que pasaba sus vacaciones en la capital musical de Venezuela y su familia y él mantienen negocios en la capital larense, recordamos que su padre fue propietario del conocido Hotel Curumato.
“Ciertamente, en la actualidad estamos viviendo el momento más oscuro del sistema productivo venezolano, el momento más triste. Porque de los últimos veintiún años, hemos perdido desde 1998, 770 mil empresas en todo el país, eso habla de un 60% de lo que era el parque empresarial para el inicio del año 1999. Es cierto que la crisis de producción, debido a políticas públicas que asfixian al empresariado, a un serio problema estructural, a las deficiencias de los servicios públicos, a una diáspora que ha visto fuera de las fronteras de Venezuela, la única oportunidad de poder generar provecho y bienestar para su desarrollo personal, todo lo cual hace mella en la falta del talento humano que trabaja en las empresas; es verdad toda esta crisis que estamos viviendo y además es inocultable, pero las instituciones y los empresarios que representamos a quienes decidimos quedarnos en Venezuela, decidimos apostar por ella, y esto implica su transformación y ello pasa por realizar cosas que aún y a pesar de los inconvenientes y de que nos puedan llamar ilusos, románticos o en algunos casos, optimistas sin razón, es la única ronda que nos queda”, señala.
Asegura que en Venezuela hay que apoyar al empresariado para que se inserte en la modernidad, para que vuelva a construir fortalezas que les permitan ser competitivos en un libre mercado, porque el libre mercado va a llegar al país, más temprano que tarde, advirtiendo que es inviable cuando estamos entrando en la segunda década del Siglo XXI que Venezuela siga viviendo, en algunos aspectos, en el Siglo XIX.
El cambio de modelo es obligatorio
Cusanno está de acuerdo en que para alcanzar los objetivos antes planteados, el cambio de modelo económico es obligatorio y también el cambio del modelo político.
“El cambio de modelo político pasa por que haya un Gran Acuerdo Nacional, tenemos que reactivar una especie de Pacto de Punto Fijo, pero actualizado a las condiciones actuales, ese acuerdo hoy hay que reeditarlo en Venezuela, se necesita armonía política para poder entonces, desarrollar a plenitud al sector empresarial y en consecuencia, generar los empleos sustentables que hagan independiente a la ciudadanía, de cualquier sistema de Gobierno que pretenda controlarlo con una caja de comida”, afirma.
Asegura que aquellas empresas que aún permanecen abiertas, que siguen haciendo de tripas corazón, innovando, intentando a pesar de todo actualizarse, sobre todo manteniendo una relación apoyando de la manera más sana a sus trabajadores y a su talento humano, claro que seguirán apostando a Venezuela, porque nadie quiere ver perdido sus sueños, su inversión, su deseo de evolución a través de su empresa, por eso van a seguir apostando, cada uno y a pesar de los problemas.
“Claro hay que revisar las posiciones, hay que patear la calle, nacional e internacionalmente para construir nuevas realidades ante la situación en Venezuela, porque también no puedes esperar a que llegue el cambio para hacer ese trabajo de carpintería para poder construir esos puentes que de alguna manera se han roto, así que yo si creo y en esta organización si creemos, que el empresariado, aún y a pesar de las dificultades, está dispuesto a trabajar por reactivar sus empresas, por modernizarse y entender que es viable, que ya no es viable, que es prioritario y cuales son las forma de fortalecernos, para ser competitivos, partiendo siempre de la premisa, que la Venezuela a donde vamos, no es la Venezuela de donde venimos, es una Venezuela donde el rentismo se acabó, es inviable seguir teniendo servicios públicos regalados, porque la única viabilidad que tiene la Venezuela del futuro, es una Venezuela de inversión, de trabajo sustentable, con una economía sana que entonces le permita vivir al ciudadano, no de subsidios, sino de su propio trabajo”.
El ciudadano debe aprender a sentirse útil
Consultado en torno a las dificultades que conlleva cambiar la mentalidad de una población que tiene más de 21 años recibiendo dádivas del Gobierno, admite que “a nadie le amarga un dulce”.
“Pero cuando tu empiezas a sentirte útil en la sociedad, cuando comienzas a ser dueño de tu propio destino, a través de tu empleo, no es una cuestión de tiempo, es una cuestión de segundos que te lleva a entender que la ruta que veníamos transitando, era una ruta equivocada, por eso estamos esperanzados en que a través de un programa de fortalecimiento empresarial, pasando de lo hecho en Venezuela a lo hecho por venezolanos, eso es importantísimo, tenemos que vincularnos con la diáspora, hoy tenemos una posibilidad de oro en la diáspora que ya está estable en otros países, porque van a ser los primeros inversionistas, las personas que van a transferir tecnologías y experiencias de cómo vivir en países donde hay respeto por los ciudadanos, donde hay garantías y donde hay una correlación del Estado con la Nación mucho más clara de la que hemos vivido en Venezuela”, aseguró.
Expectativas en torno al Plan País
Otro de los temas tocados durante la entrevista con el nuevo presidente de Fedecámaras, fue acerca de las expectativas del empresariado en relación con el Plan País y sus propuestas, admitiendo que se trata de una oportunidad, es un consenso que se está construyendo en la sociedad para el desarrollo de un nuevo modelo de país
“Ahora bien, este Plan País necesita ser concertado con la población. Si el Plan de la Patria hubiese respetado la propiedad privada, la libre iniciativa, el derecho a la vida, el derecho al trabajo, el trabajo como un valor de la sociedad, las libertades plenas políticas, económicas y sociales, hubiese sido consensuado por todos los sectores políticos, partidistas y no partidistas de la sociedad. Hoy todos seríamos fervientes defensores del Plan de la Patria, pero la realidad es que esto no fue así, entonces hoy el Plan País hoy lleva un gran porcentaje de adaptado en construir los consensos de este modelo de desarrollo económico, político y social, pero debe consensuar con la mayor cantidad de gente, para que cada venezolano lo haga suyo y tenga éxito en el futuro”, dijo Cusanno.
Aportes del empresariado al país
Asegura que no importa el momento, pero seguramente que va a ser más fuerte que hoy, pero el principal aporte que va a hacer el empresariado del país, va a ser colocarlo en disposición de poder asumir riesgos directos.
“El empresariado hoy tiene una gran ventaja y es que a pesar de estar en condiciones menguadas, de debilidad, poco fuerte, estamos solventes, no tenemos grandes deudas, entonces un proyecto que sea viable para la empresa privada, planteable, con inversionistas nacionales y extranjeros, nosotros vamos a poner al país en capacidad de arriesgar y endeudarnos, para entonces generar empleo, bienes y servicios que hagan fuerte en la relación comercial, al consumidor y que sea el consumidor el que decida, sobre la base de su poder de compra y de decisión, qué, cómo y dónde consumir, esa es la gran puesta en escena del empresariado; además de generar empleo sustentable, la gobernabilidad y la estabilidad de cualquier cambio en Venezuela, pasa por la generación de los empleos sustentables”.
Advierte que la recuperación del aparato productivo nacional, debe hacerse con un norte y con unos objetivos definidos, entendiendo las prioridades que va a tener el país, la modernidad que se necesita, cuáles son los sectores que van a ser competitivos y cuáles no y los que no sean competitivos, habrá que ayudarlos a que se transformen y busquen nuevos caminos, esta es la gran puesta en escena del empresariado que hoy está agrupado en Fedecámaras.
Fortalecer la Institución
Entre los planes que tiene en cartera el nuevo presidente de Fedecámaras para fortalecer el organismo destaca profundizar aún más el Plan de Formación de Líderes Gremiales, que se ha venido adelantando desde hace algún tiempo; luego la planificación de las relaciones de la Federación, señalando que hoy en día se mantiene muy vigente las relaciones con la OIT por las situaciones ya conocidas, pero se tiene previsto implementar algunas estrategias de acercamiento con las asociaciones empresariales del mundo para entonces traer a Venezuela Fondos de Inversión, transferencia de tecnologías y nuevas oportunidades de negocios que generen riqueza.
“Tenemos una premisa, ser rico es bueno, siempre y cuando la riqueza se construya con trabajo, con generación de empleo y con la creación de oportunidades en los entornos laborales y físicos en donde se desarrolle la empresa privada”, señala el nuevo presidente de Fedecámaras.