El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, reiteró que el régimen chavista secuestró a dos miembros de su equipo de seguridad. Ante esto, alertó a la ONU y la CIDH sobre posibles presiones y amenazas de torturas para involucrarlo en los montajes de la izquierda venezolana.
Contó que a estas alturas ya nadie cree en el régimen. Ya que «pretenden aplicar el mismo libreto desgastado que con mi jefe de despacho Roberto Marrero. Con el mismo vocero del caso del caso de Fernando Albán y el Capitán de Fragata Rafael Acosta Arévalo».
Por otra parte, Guaidó aseguró que el régimen chavista le teme a una salida a la crisis venezolana, ya que su naturaleza son el mayor obstáculo para «una solución política y pacífica».
A tal efecto, exhortó nuevamente: «Fuerza Armada y Comunidad Internacional: aumentar la presión en todos los tableros es la única forma de lograr el cambio en Venezuela«.