Consultar el significado de “indigente” es encontrar a la persona que carece de las condiciones básicas para vivir; como alimentación, ingresos monetarios, vivienda y servicios de agua, electricidad, gas doméstico, entre otros.
El venezolano ha tenido que desprenderse de alguna de estas condiciones y no por decisión, sino por obligación, lo que conduce a definir que también es indigente quien tiene un techo pero no tiene la capacidad de cubrir su alimentación básica.
Estos casos son frecuentes en Barquisimeto, donde de mañana, tarde, noche y madrugada fácilmente se ve a niños, niñas, ancianos y mujeres jóvenes pedir “cualquier ayuda” para comer algo en el día. Incluso se conoce de manera extraoficial casos de mujeres y niñas que reciben comida a cambio de su cuerpo.
Elimpulso.com conversó con algunos de estos adultos y niños, quienes coinciden en tener una casa donde dormir, mas no tienen acceso a la alimentación, de hecho, alcanzan a comer solo una y con poca frecuencia dos veces al día. Por esa razón se les ve en las calles del centro, este y oeste de Barquisimeto en busca de un poco de dinero o alimento para llevar a sus casas o simplemente ‘sobrevivir’ a ese día.
Esta declaración cobra fuerza al cotejar con los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi) del año 2017, efectuada por la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar.
Esos resultados reflejan que nueve de cada 10 venezolanos no puede pagar su alimentación diaria; 8,2 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día, entre otras cifras alarmantes
Tienen casa pero no comida
Es justo esta última cifra la que coincide con el caso de uno de los niños que ofrece sus servicios de limpieza de parabrisa en la Avenida Lara de Barquisimeto. Este jóven de 14 años a quien se le resguarda su identidad, explicó que aunque sus padres no saben que él trabaja de esa forma, igual sale a la calle porque su abuelo está enfermo y lo que él recoge junto con su hermano de 10 años les da para comprar arroz y hacer su desayuno, el cual es la única comida que ingieren al día.
Una situación similar sucede con el anciano que visita a diario la Plaza Juan Guillermo Iribarren, quien manifestó que duerme en una casa que le encomendaron cuidar, pero le pagan esporádicamente con alimentos, los cuales no son suficiente para comer debidamente; es por ello que sale a la calle y asegura que en esa plaza consigue sobras que lo mantienen vivo.
Graves daños al derecho a la alimentación
El sociólogo Nelson Freitez, indicó que esas personas que se apostan en las calles y plazas de la ciudad integran en 40% de venezolanos que come dos o menos veces al día; “y eso ocurre porque no tienen la capacidad de adquirir alimentos y buscan en la basura y los desperdicios. Según la Encovi, para 2017 el 10% de la población venezolana comía desperdicios, pero esta cifra va creciendo conforme crece la inflación y se reduce en exceso la capacidad adquisitiva”, indicó el profesor de la Cátedra de Derechos Humanos de la UCLA, al afirmar que Venezuela está gravemente afectada en su derecho a la alimentación y eso explica la creciente presencia de indigentes.
Trabajan porque no hay comida en sus casas
El testimonio de los menores de edad consultados por elimpulso.com coincide con que no hay alimento en sus casas y eso los obliga a buscarlo en la calle y la caridad de la gente.
La organización Madres y Padres Por los Niños en Venezuela (Mapani) atiende casos de niños con desnutrición en Lara, sin embargo no tienen la capacidad de ocuparse de los menores de edad en situación de indigencia que se ven a diario en las calles.
La directora de esa organización, Gretna El Halabi explicó que el transporte es un factor influyente en que los niños deban estar en la calle todo el día buscando dinero o comida, pues normalmente viven al margen de la ciudad, y hay más posibilidad de alimentarse lejos de casa que dentro de ésta. “La dieta de estos niños es a base de carbohidratos y eso los pone en riesgo de desnutrición crónica que ocurre luego de seis meses sin consumir proteínas”, dijo la Directora de Mapani.
Indicó además que el Consejo de Protección del Niño Niña y Adolescente es el organismo que debe encargarse y estar muy pendiente de lo que ocurre en la calle con estos infantes.
Ambos defensores de los derechos humanos, Nelson Freitez y Gretna El Halabi coincidieron en que el Informe de la Alta Comisionada para las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, vino a corroborar el deterioro creciente de las condiciones de vida del venezolano, en especial de su derecho a la alimentación, el cual han denunciado desde diversas Organizaciones No Gubernamentales desde el año 2016.
“En venezuela está creciendo la población que no come tres veces al día”…Nelson Freitez, Sociólogo